La belleza árida y el clima extremo de los desiertos los convierten en uno de los lugares más espectaculares del mundo. Por ello, no es de extrañar que cada año miles de viajeros se dejen atraer por estos impresionantes territorios que, además, ocupan la zona más extensa de la superficie terrestre, con más de 50 millones de kilómetros cuadrados.
Pero si visitar un desierto es una experiencia única, también lo es encontrar en medio de ellos oasis, pequeños lugares repletos de agua y vegetación que suponen un respiro en estos inhóspitos parajes.
Para realizar un viaje lo más seguro posible y evitar inconvenientes, Indie Campers, plataforma de alquiler de autocaravanas y furgonetas camper en España y Europa, recomienda a los viajeros que hagan una buena preparación pues, además de la adecuación del vehículo a las temperaturas extremas –ruedas y piezas de repuesto, gran cantidad de agua, por ejemplo-, es clave informarse previamente sobre las normas de acceso en autocaravana a esos destinos.
"Cuando se realizan viajes para destinos más extremos, siempre recomendamos hacer la ruta con profesionales que conozcan el área para tener un viaje seguro", comenta Hugo Oliveira, experto en viajes y fundador de Indie Campers. "Es importante conocer bien el vehículo y estar bien equipado pues, si hay algún contratiempo, obtener asistencia inmediatamente es siempre más difícil en estas localizaciones".
A continuación, la lista de los oasis más impresionantes del mundo:
Chebika (Túnez)

En la costa oeste del Mar Muerto se encuentra el oasis de Ein Gedi, cerca de Masada y de las cuevas de Qumrán. El agua, que es potable, fluye desde los altos del desierto de Judea y, a lo largo de los siglos, ha servido para favorecer los asentamientos y la agricultura en una zona caracterizada por la aridez y el calor extremo. Este paraje, situado en el lugar de menor altitud del mundo, aparece en la Biblia descrito como un paraíso de cascadas e impresionante vegetación. Gracias a distintas excavaciones se han encontrado importantes restos arqueológicos como el manuscrito de Ein Gedi, que se considera el manuscrito hebreo más antiguo desde los Manuscritos del Mar Muerto, y contiene los dos primeros capítulos del Levítico.