El príncipe heredero Ernst August de Hannover (35) llegó a un acuerdo hace tan solo unos días con el ministerio de Ciencia y Cultura alemán para traspasarles la propiedad del Castillo de Marienburg, situado en la Baja Sajonia, por una cantidad simbólica de un euro, dado que necesita una reforma estructural que supondría un gasto de 27 millones de euros. El trato parecía cerrado, sin embargo, Ernesto de Hannover (64), el padre de Ernst August, ahora se niega a venderlo.
Según el medio alemán Bunte, el todavía marido de Carolina de Mónaco no quiere traspasar el castillo que le regaló a su hijo hace 14 años. El príncipe Ernesto incluso ha escrito una carta al Gobierno de la Baja Sajonia en la que prohíbe a Ernst August seguir adelante con las negociaciones, calificando la compra como "indigna e ilegal".
La portavoz del gobierno alemán, Hannoversche Allgemeine, ha explicado el asunto ante los medios: "No todo está cancelado, pero hay que esperar para ver cómo se soluciona esta disputa familiar".
Por el momento, el tema no parece de fácil solución. El príncipe heredero ha respondido a su padre declarando que los contratos están "legalmente regulados" y expresando su legitimidad para venderlo: "Después de una revisión exhaustiva de la herencia, no hay duda de que tengo derecho en todos los asuntos relacionados con los bienes inmuebles y su inventario. No hay motivos para especular lo contrario", ha señalado Ernst Agustus, quien desea deshacerse del castillo porque no puede hacer frente a los altos costes de reforma.
Así las cosas, todo está en el aire y ninguno de los dos da su brazo a torcer. El ministro de Cultura de Baja Sajonia, Björn Thümler, ha hecho un llamamiento para que se ponga solución lo antes posible al problema.
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