Casas Reales

La reina Margarita despide entre lágrimas a su marido, el príncipe Enrique

La Familia Real danesa, familiares y amigos se han reunido en la Iglesia de Christiansborg, en Copenhague, para dar el último adiós al marido de la reina Margarita de Dinamarca en un funeral privado y televisado. El príncipe Enrique falleció el pasado 13 de febrero a los 83 años, una semana después ha tenido lugar el funeral.

A la ceremonia privada han asistido un total de 60 personas, entre los que se encontraban los hermanos y sobrinos del príncipe, el primer ministro del país, Lars Lokke Rasmussen y la presidenta del Parlamento, Pia Kjærsgaard. También se han despedido del príncipe las hermanas de la reina Margarita, la reina Ana María de Grecia con su marido, el rey Constantino, la princesa Benedicta, así como la ex mujer del príncipe Joaquín, la condesa Alejandra de Frederiksborg y algunos amigos íntimos del Príncipe como el chambelán Fritz H. Schur.

El primer coche en llegar templo, sobre las 11 de la mañana, transportaba a la reina Margarita, que fue recibida por el Confesor Real, Erik Norman Svendsen, y los oficiantes de la ceremonia. Después llegaron los príncipes Federico y Joaquín acompañados por sus esposas, las princesas Mary y Marie, respectivamente, y los hijos de ambos.

Durante la ceremonia, Margarita II ha intentado mantenerse entera pero en el momento más emotivo del funeral se ha roto por completo, aunque ha intentado taparse con el libreto de las canciones para que las cámaras no la vieran. La princesa Marie y Federico tampoco han podido contener el llanto y han recibido el apoyo de Joaquín y Mary, respectivamente.

Al terminar el acto las cámaras de la televisión se han marchado para dejar intimidad a la familia. Para rendir homenaje al Príncipe, además, se han tocado las campanas en toda Dinamarca al terminar el funeral. Tras esto, han comenzado las salvas de cañón desde la base naval de Holmen. Finalmente, el féretro ha salido a hombros de la Iglesia mientras sonaba la música fúnebre del compositor danés JPE Hartmann.

El amor que tenían a Enrique no sólo se reflejaba en los rostros de los familiares durante la ceremonia, sino también en las joyas elegidas por las damas. Mary ha llevado un broche y un collar de perlas blancas y negras que le regaló su suegro, mientras que Margarita ha optado por un broche de corazón que le regaló su marido.

De esta forma, se ha cumplido la voluntad del príncipe Enrique, que deseaba ser despedido en una ceremonia íntima y no en un funeral de estado. De la misma manera, una parte de sus cenizas se esparcirán por las aguas danesas, mientras que otra parte serán depositadas en una urna que se enterrará en los jardines de Fredensborg.

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