Casas Reales

Comer lo mismo que el Rey Juan Carlos por 11 euros: sus guaridas gastronómicas secretas

  • Descubrimos la ruta barata del Emérito

Son restaurantes que no tienen fotos colgadas del Rey a la vista de todo el mundo, como sí ocurre en otros muchos establecimientos donde ha estado el padre de Felipe VI. En las casas de comidas que descubrimos aquí, incluso niegan que Su Majestad haya pisado nunca el lugar, especialmente cuando sospechan, con fino olfato, que su interlocutor es un periodista.frodisiaco

Estamos hablando de restaurantes estratégicos situados a poco más de una hora de Madrid, en Castilla y León, donde el Rey campa a sus anchas y a donde no consta que haya llevado nunca a la Reina Sofía.

El mutismo sobre su presencia es absoluto en los destinos culinarios que a veces visita. Pero la gente de los pueblos de alrededor sabe de sus escapadas motorísticas de antaño hace mucho tiempo, en los años en que triunfaba en la televisión Bárbara Rey, cuando le apasionaba cazar en lugares como Cuéllar (Segovia).

Ahora las amistades del Monarca emérito son otras, como Marta Gayá, con quien ha vuelto a retomar una amistad que no está basada en la gastronomía. No referimos a restaurantes para entendidos, como Ferrán Adriá, quien estuvo hace uno sdías comiéndose una ración de mollejas con los dedos en el Mannix, en Campaspero, construido con la famosa piedra de esta localidad vallisoletana donde protegen tanto la intimidad del Emérito que niegan que haya pisado nunca un pueblo y una zona geográfica que visita a veces. Se puede comer en el restaurante por unos precios que oscilan entre los 35 y 50 euros. La repostera, Gema, que aprendió las artes de confeccionar postres deliciosos con el mejor maestro en El Celler de Can Roca, ofrece una carta a precios muy asequibles, como el coulant de chocolate caliente con Corazón de Avellana acompañado de Helado de Yogurt a la naranja y salsa de toffe. Pero la especialidad es el lechazo asado, considerado como uno de los mejores de España.

Mucho más económico puede resultar, si se va en miércoles, el restaurante Riscal, en la localidad segoviana de Carbonero el Mayor, donde se puede probar una de las especialidades favoritas de Su Majestad, el Cabu, o buey certíficado. Se trata del único restaurante en España que puede presumir de ofrecer de forma fehaciente auténtico buey de trabajo español. Los bueyes, son seleccionados personalmente por Javier García, que no solo es restaurador y ganadero sino también veterinario en las ganaderías de toro bravo, desde las bestias son conducidas hasta su explotación en Carbonero el Mayor. Allí viven como sultanes hasta que son sacrificados para que clientes afortunados como el Rey Emérito los degusten. Los precios no son muy elevados. Hay incluso auténticas gangas, como la tosta de praliné de pistacho cubierta con anchoas artesanales por tres euros, o el atún rojo mechado con carabineros y panceta ibérica aliñada con balsámico blanco y aceite aberquina por 12 euros. Los precios de la carta de carnes son más elevados, obviamente, pero hay un día a la semana, el miércoles, en el que se puede comer la misma carne de cabu que degusta el Rey Juan Carlos con un menú cono dos platos y postre que tan solo cuesta once euros. Lo malo es que ya lo sabe demasiada gente. Conviene reservar en el restaurante cualquier día de la semana con la mayor antelación posible, porque un domingo a las once ya tienen a veces cerradas todas las mesas.

Y para terminar, un lugar muy romántico, La portada del mediodía, en Torrecaballeros, también en Segovia, especializado en bodas, caterings y eventos, y otro de los lugares que frecuenta el padre de Felipe VI. Se trata de una hostería segoviana, antigua casa de postas del siglo XVI, junto a la iglesia románica de San Nicolás de Bari. Un detalle: con la Reina Sofía don Juan Carlos  jamás hacía piececitos. En el restaurante Horcher era la única dama que rechazaba siempre el escabel que ofrecían a todas las señoras para quitarse los zapatos si querían estar más cómodas. Y el Rey lleva siempre en el bolsillo un frasco con guindillas, también denominadas piparras, que acompaña a muchas de  sus comidas. No solo es rica en vitaminas A,E, C y capsaicina, una sustancia que puede servir para combatir los dolores, también resulta beneficiosa par combatir la arteriesclerosis, es vasodilatadora y amén de servir para prevenir los infartos enfermedades y enfermedades cardiovasculares, es así mismo un excelente afrodisiaco.

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