Tras la sentencia del caso Nóos, la hija mediana de los eméritos ha reclamado a los juzgados que se le devuelvan 771.850 euros, es decir, la diferencia entre lo que pagó en su momento en concepto de fianza y la multa de 265.088 euros que le fue impuesta.
Fue el pasado mes de febrero cuando se hizo pública la sentencia del caso Nóos. En ella, la infanta Cristina quedó absuelta del delito de cooperadora necesaria por el que había sido juzgada, pero el fallo estableció debería pagar una multa de 265.088 euros al considerarla responsable civil a título lucrativo de las irregularidades tributarias cometidas por su esposo, Iñaki Urdangarin, en Aizoon, la mercantil cuya titularidad compartía el matrimonio. Al haber entregado 1.036.938 euros en concepto de fianza, la hija de los eméritos reclama ahora la diferencia: 771.850 euros.
Una cantidad que la Audiencia Provincial de Palma deberá estudiar, así como las posibles objeciones que puedan presentar las distintas partes. La Abogacía de la Comunidad desea, por ejemplo, que a la hora de devolver los fondos a la infanta se tengan en cuenta las costas del proceso y también los posibles intereses que se hayan podido producir. Además, el montante total del dinero que le podría ser devuelto a la infanta depende también de los recursos presentados contra la sentencia de Nóos.
Y mientras esperan para ver si sus cuentas se engrosan un poco más, Cristina e Iñaki retoman un curso más en Ginebra. Sus hijos se han incorporado ya al colegio suizo Ecolint, el mismo en el que estudiaron Michael Douglas o Indira Gandhi y que cuesta 30.000 euros anuales por alumno. Todos menos Pablo, que comenzará una nueva etapa en Estados Unidos por petición propia. Urdangarin seguirá ejerciendo de 'amo de casa' mientras espera impaciente su sentencia definitiva, que podría recibir en diciembre después de que su recurso contra la condena de 6 años y tres meses de prisión fuera impugnado por los Servicios Jurídicos del Estado, que solicitan el aumento de 10 meses más de prisión para el yerno real.