La Reina llegó a Mallorca días después de que lo hiciera su marido, apenas a tiempo para cumplir su papel institucional en el ya tradicional posado veraniego protagonizado de la Familia Real en los jardines del palacio de Marivent. Fue así como el pasado lunes 31 pudimos verla junto al Rey y sus hijas. Para la ocasión eligió un estilismo de influencias marineras firmado por Hugo Boss, una de sus marcas habituales.
El segundo capítulo de los actos institucionales de los reyes (juntos) llegó este viernes: la recepción con las autoridades y representantes de la sociedad balear en el palacio de La Almudaina acompañados de doña Sofía. Una velada para la que Letizia decidió escoger un favorecedor vestido de silueta lápiz, largo midi, cuello a la caja sin mangas y con bordados de motivos florales al estilo de los mantones de Manila) sobre fondo crudo. Y Una cartera beige y las mismas sandalias de tiras rojas de Magrit que llevó hace días fueron sus complementos.
Pero si el blanco de su piel llamó la atención en el posado del otro día, en esta ocasión su tono bronceado dejaba claro que los movimientos de la Reina durante sus días en el archipiélago se han hecho al sol. Poco después de su su llegada a Palma, Letizia puede presumir de un bonito bronceado que resaltó en la velada de este viernes su elegante estilismo veraniego.
Mientras Felipe VI competía en las regatas de vela su esposa ha disfrutado bajo el sol de la isla. Letizia dejó sus hombros y brazos al descubierto porque optó por un peinado recogido, lo cual nos descubrió los pendientes dorados, a juego con el estampado de flores de su outfit.