A tan solo un mes de cumplirse 20 años de la muerte de Diana de Gales, la figura de la princesa está más presente que nunca. Si este lunes fueron sus hijos, los príncipes Guillermo y Enrique, los que hablaron con cariño de su madre en un documental emitido en el canal ITV, el próximo 4 de agosto se emitirá un controvertido reportaje en Reino Unido en el que se podrá ver a Lady Di hablando de su propia vida sexual.
Bajo el título Diana: en sus propias palabras, el documental, que se emitirá en el canal británico Channel 4, se compone de un conjunto de 20 vídeos y audios grabados por Peter Settelen, su profesor de oratoria.
Las grabaciones se tomaron entre 1992 y 1993 en Kensington Palace, la residencia oficial de Diana. En las mismas, la princesa de Gales habla sin pudor de temas tan íntimos como el que atañe a su vida sexual, así como de la relación con su entonces marido, Carlos de Inglaterra. El material jamás ha sido emitido en público, siendo objeto de una gran batalla legal entre Settelen y la familia de Lady Di. En 2004, la justicia dio la razón al profesor, que se quedó con todos los documentos.
Uno de los momentos que más polémica promete crear tiene lugar cuando Settelen le pregunta si sigue manteniendo relaciones con su esposo. Así contesta ella: "Bueno, hubo. Pero fue muy extraño, realmente extraño. Pero había, había, hasta que de pronto se desvaneció todo, hace unos siete años…", confiesa Diana, quien contrajo matrimonio con Carlos de Inglaterra en 1981.
Precisamente, la princesa describe el día de su boda como el "peor día de su vida" y también reconoce que es horrible fingir una vida de cuento de hadas ante la imagen pública. "Si pudiera escribir el guion de mi vida haría que mi marido se fuera con otra y nunca regresara", dice sobre Carlos de Inglaterra, que en aquellos momentos protagonizaba un affaire con Camila Parker Bowles, ahora duquesa de Cornualles. Años después, en 1996, se concretó su separación.
En un arranque de sinceridad, incluso confiesa haber estado enamorada de otro hombre que trabajaba para ella: "Me enamoré perdidamente de alguien que trabajaba para mí. Él fue uno de los mejores amigos que he tenido". Aunque no dice su nombre, la prensa británica asegura que se refiere a Barry Mannakee, que falleció en 1987. En relación a su muerte, Diana llega a sugerir que se trató de un "asesinato".