Don Felipe y doña Letizia empezaron el Día de Reyes con el primer acto oficial de 2017. Sus majestades presidieron la tradicional Pascua Militar por tercer año consecutivo en el Palacio Real, donde recibieron a más de 150 invitados, entre los que se encontraban miembros de los tres Ejércitos y de la Guardia Civil, así como representantes del Gobierno, entre los que se encuentra el presidente Mariano Rajoy.
En torno a las doce del mediodía llegó el Soberano acompañado de la Reina para dar comienzo al besamano por donde pasaron el presidente del Gobierno y María Dolores de Cospedal, como Ministra de Defensa, además del actual ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, y el saliente, Jorge Fernández Díaz. Tras recibir los honores de ordenanza, se ha escuchó el himno nacional y la salva de 21 cañonazos. Después el Rey pasó revista a una formación de la Guardia Real, tradición que recuperó en 2015.
Felipe VI aprovechó la tradicional celebración castrense para defender las Fuerzas Armadas y los cuerpos policiales, a los que tendió su mano en la batalla contra "la mayor amenaza a la seguridad global en la actualidad, considerando al terrorismo como "una lacra y enemigo de la humanidad que desprecia los valores democráticos".
El Rey Felipe eligió para la ocasión su Capitán General del Ejército de Tierra y doña Letizia optó por reciclar un elegante modelo ya utilizado en varias ocasiones, como la Pascua Militar, en 2015, la primer como Reina. En esta ocasión lo ha combinado con cartera de mano a juego y melena recogida. Además este diseño lo lució también en febrero de 2014, en la recepción al Cuerpo Diplomático acreditado en España.
Mucho ojos estuvieron puestos en la reina Letizia y María Dolores de Cospedal, quien se estrenaba en este acto y pronunció un discurso a los presentes. El modelo de la Reina, de corte recto, se ajustaba como un guante a su figura, con la única concesión de los bordados.
Copedal, en su primera Pascua Militar, escogió un modelo de corte clásico: un dos piezas báico: cuerpo de terciopelo de color verde oscuro y falda de un verde muy fuerte.
Había expectación porque las dos protagonistas del día no coincidieran en lo más mínimo con sus vestidos, como ya les sucediera en un acto hace años. Coincidieron con un traje de encaje, con manga en transparencia y color granate.
Como anécdota, contar que durante la recepción celebrada en el Palacio Real tras el acto castrense, Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal conversaban con don Felipe y doña Letizia, cuando la Reina decidió darse un último retoque de maquillaje. Para hacerlo, sacó un pequeño espejo de su clutch para verse el rostro. Y, después de comprobar en el espejo que no estaba perfecta, decidió que le faltaba un repaso de pintalabios. Lo hizo con toda naturalidad y siguió hablando a continuación con el jefe del Ejecutivo, su marido y Cospedal. La escena fue captada por las cámaras de TVE, que retransmitían el acto en directo.