Fue el pasado jueves cuando, durante la celebración de su 73 cumpleaños, la reina sufrió un desvanecimiento causado por un severo resfriado. Esto la obligó a pasar la Nochebuena y la Navidad ingresada en el hospital universitario Karolinska de Solna. El 25 de diciembre por la noche, era dada de alta y trasladada a palacio, donde sigue recuperándose.
El percance se produjo en la celebración del 73 cumpleaños de la reina. Debido a dicho acontecimiento, se celebró un concierto en su honor en la capilla del castillo de Drottningholm, donde se sitúa una de las residencias privadas de la familia real.
Allí fue donde Silvia sufrió un "desvanecimiento", tal y como confirman los medios suecos Svensdam y Expressen, por lo que tuvo que ser trasladada de urgencia al hospital universitario Karolinska de Solna.
En cuanto llegó al centro médico, se le diagnosticó un cuadro clínico de escalofríos y mareos que le hizo permanecer ingresada hasta el mismo día de Navidad por la noche. Su hija menor, la Princesa Magdalena, acompañó a su madre al palacio de Drottnignholm. Y es que la joven no se separó ni un momento de su progenitora.
Las bajas temperaturas no han dado tregua este año, pues Isabel II también se ha perdido la celebración de este 25 de diciembre por un fuerte catarro. Se trataba de la primera vez en 28 años que la reina de Inglaterra no ha asistido a la misa navideña junto al resto de su familia.