La reina de Inglaterra (90) y su marido, el duque de Edimburgo (95) planeaban viajar el pasado miércoles a Sandrigham en tren para pasar la Navidad. Sin embargo, un fuerte resfriado les ha obligado a renunciar a su tradicional viaje.
Como cada año, la reina Isabel II se reúne con su familia en Sandrigham, en Norfolk, para pasar estas especiales fechas. No obstante, este año deberá permanecer en la residencia oficial de la Familia Real, el palacio de Buckingham, por temas de salud. Y es que la reina de Inglaterra cumplirá 91 años el próximo mes de abril y un resfriado es motivo de preocupación para la casa real.
Es precisamente la edad lo que ha obligado a la Reina a renunciar a 25 fundaciones, tal como se conocía el pasado martes. La monarca sigue así los pasos que ya realizó el duque de Edimburgo cuando cumplió los 90 años en 2011. Pese a estas renuncias, Isabel II seguirá siendo patrona de más de 600 fundaciones y asociaciones (entre ellas, National Geographical Society, el Día de la Memoria del Holocausto o Save the children).
La estrategia forma parte de una "transición suave y tranquila" en la que dejan algunos puestos en organizaciones que irán ocupando otros miembros de la Familia Real, según han revelado los portavoces de la realeza británica, quienes ya han dado a conocer que, por ejemplo, la duquesa Camilla, se encargará del puesto de Isabel II en la organización filantrópica Bernardo y el príncipe Harry ocupará el de la Rugby Football Union.