Es la princesa del principado más rico y glamuroso del mundo pero ella asegura, desde su mansión en La Roca, que su vida no ha sido fácil y que la prensa tiene la culpa en gran parte: "Las historias que circulaban sobre mí eran más denigrantes y nada amables. De hecho, desde la edad de 14 años hasta los 30, estaba completamente convencida de que todo el mundo me detestaba".
Lo ha asegurado en la versión francesa de la revista Vogue. Carolina de Mónaco se refiere a sus años más complicados: su primer matrimonio con el 'bon vivant' Philippe Junot, la trágica muerte de su segundo esposo, Stephano Casiraghi, o su divorcio de Ernesto de Hannover, momentos en los que se convirtió en la protagonista de la crónica social: "Reconozco que podía llegar a ser bastante agresiva, pero esa etapa se ha convertido en un vago recuerdo", asegura.
A sus 59 años, Carolina disfruta de un discreto segundo plano mediático para dejar paso a sus hijos y nietos: "Ahora me dejan tranquila. Bueno, de vez en cuando pueden hacer algún comentario, pero no pasa nada. La clave es no leer nunca una revista donde se hable de ti. Aunque se esté preparado para lidiar con ello, nunca resulta agradable", afirma.
