El príncipe ha concedido una entrevista al diario francés Nice Matin en la que se deshace en elogios hacia sus bebés: "Ya juegan al fútbol y al rugby. Lo ven en la televisión y lo quieren imitar". ¡Y eso que no tienen ni un año!
Alberto de Mónaco está encantado con sus mellizos, Jacques y Gabriella, que vinieron al mundo el pasado 10 de diciembre. Sobre ellos habló largo y tendido en el diario francés Nice Matin, al que concedió una distendida entrevista: "Están a punto de cumplir su primer año de vida y están muy bien. Ya empiezan a dar sus primeros pasos y balbucean sus primeras palabras. Yo les hablo en francés y ya lo entienden casi todo. Es muy emocionante", asegura.
Según su orgulloso padre, los niños sienten especial atracción por el deporte, que ya practican en el salón de casa: "Juegan al fútbol y al rugby. Les encanta. Lo ven en la televisión y quieren imitar a los jugadores". Con once meses. Eso es amor de padre y lo demás son tonterías.
Eso sí, de Charlene y los rumores de crisis no habla. Tampoco le preguntaron, claro. En los últimos meses, la distancia física entre Alberto y su esposa se ha hecho evidente con el traslado de la exnadadora a Córcega, donde ya pasa casi todo su tiempo junto a los niños. Allí está tan a gusto que ni si quiera viajó a Mónaco para asistir a la boda de su cuñado Pierre Casiraghi con Beatriz Borromeo, una ausencia llamó la atención. El diario alemán Bunte aseguró que viven separados incluso cuando la princesa está en Mónaco, ya que ella se aloja en una mansión al sur de Francia, a kilómetros de su marido. Después de varias semanas 'desaparecida', Charlene reapareció en la capital monegasca este lunes para rendir homenaje a las víctimas de los atentados parisinos con un minuto de silencio. Lo hizo junto a su marido y su cuñada Carolina, luciendo nuevo corte de pelo y vestida de riguroso luto.