La duquesa de Cambridge cuenta con un equipo de seguridad estrictamente femenino, una obligatoriedad impuesta por su suegro, Carlos de Inglaterra desde que la joven se prometió con su hijo Guillermo.
Inteligentes, ágiles, audaces, valientes, fuertes... Y mujeres, sobre todo mujeres. Estas son las características que reúnen las escoltas reales de Catalina de Cambridge. Y no lo ha elegido ella, que podría ser, sino su suegro. Al parecer, Carlos de Inglaterra quiere evitarle tentaciones a su nuera y, sobre todo, sufrimientos a su hijo. Así lo aseguran miembros de Scotland Yard al diario londinense Sunday Express: "No quería que surgiera ningún tipo de rumor que pudiera comprometerla a ella o a su hijo".
Lo cierto es que Carlos lo ha hecho con conocimiento de causa, ya que Lady Di se enamoró profundamente de uno de sus guardaespaldas en 1992 y, estando aún casada con Carlos, planeó fugarse con él. Lo desveló ella misma en una entrevista: "Por primera vez estaba profundamente enamorada de alguien, estaba dispuesta a dejarlo todo e irme a vivir con él". Hablaba de Barry Mannakee, un policía casado y 14 años mayor que ella que tuvo su mismo final: perder la vida en un accidente de tráfico.