El tradicional picnic de Mónaco contó este año con unos invitados de excepción, los príncipes Jacques y Gabriella de Mónaco. Los hijos de Alberto y Charlenne acudían a este evento por primera vez y se convirtieron en el objetivo de todas las miradas.
Felices y con sus hijos en brazos. Así llegaron los príncipes de Mónaco a los jardines de María Antonieta, donde cada año se celebra el clásico picnic del pequeño estado monegasco. Jacques y Gabriella iban graciosamente vestidos con los trajes regionales y se mostraron muy atentos en todo momento a los bailes y costumbres del día. Mientras que el heredero, en brazos de su padre, es algo más serio y observador, la princesita no paró de sonreír, encantada de ser el centro de atención en brazos de su mamá.
Charlenne estaba radiante, vestida completamente de blanco aunque con labios rouge en un guiño a los colores de la bandera monegasca. Sonriente y muy atenta a sus pequeños, reaparece tras los rumores de distanciamiento en su matrimonio, surgidos a raíz de su notable ausencia en la boda de su sobrino político, Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo.
Jacques y Gabriella nacieron el pasado 10 de diciembre de 2014 y su llegada fue un auténtico acontecimiento en el Principado, que hacía 50 años que no recibía a un nuevo heredero. Los príncipes se han convertido en los graciosos protagonistas de los eventos oficiales a los que acuden, como el décimo aniversario de la llegada de su padre como soberano monegasco, el pasado mes de julio.
