Un mal momento lo tiene cualquiera y si no, que se lo digan a la princesa de Noruega. Y es que Ingrid Alexandra, princesa de Noruega, debía recitar un discurso, pero se puso tan nerviosa que no pudo acabar el texto y empezó a llorar sin poder controlar sus lágrimas. Su madre, Mette-Marit tuvo que ayudar a su hija a pasar este mal trago.
Fue en el segundo día de su estancia en Trondheim, cuando Ingrid, una de las pequeñas de la realeza holandesa le tocó dar un breve discurso en un festival. La pequeña de 11 años le temblaron las manos y apenas pudor articular palabra.
Viendo que su hija estaba pasando un mal momento, ¿Qué hizo Mette-Marit? La reina de Noruega decidió subir al escenario y fue ella quien terminó el discurso de su pequeña.
Y es que la familia real de Noruega se había desplazado hasta la ciudad de Trondheim para pasar allí unos días con la intención de celebrar el festival de San Olav, unos festejos que pretenden honrar al patrón de Noruega, San Olav II Haraldsson.
¿Le sucede algo a Ingrid? La respuesta la tienen muchos de los medios de comunicación y es que tal y como afirman algunos periódicos, este hecho se tiene que deber "a una cuestión propia de la edad, ya que la princesa ya está entrando en la adolescencia".