El monarca no pudo estar con Letizia en todo momento en un día tan triste. La Reina acababa de perder a su abuelo y el lunes Zarzuela avisaba de que la nieta de Francisco Rocasolano suspendía su agenda para estar con su familia. Pero Felipe VI tuvo que mantener el tipo y seguir con sus obligaciones. Sin embargo, quiso mandar una señal de apoyo a su mujer. Utilizó el detalle del luto de una corbata negra para decirle a la madre de sus hijas que su corazón estaba con ella en uno de los días en los que más cariño se necesitan.
Felipe apareció por la mañana con rostro serio, apesadumbrado. En su mirada se podía contemplar un fondo de tristeza. Traje impecable y corbata azul con toques blancos, en algunos momentos, incluso se le pudo ver cabizbajo y pensativo. El Rey guardaba una gran relación con Francisco, a quien veía de vez en cuando en Zarzuela para compartir momentos que seguramente serán muy recordados.
Por la tarde, el color de la corbata cambió. Felipe VI homenajeó al fallecido luciendo una corbata negra, en claro símbolo de luto y como gesto inequívoco de apoyo a su desconsolada esposa.