Todo está listo para el rodaje de la segunda parte de Top Gun, la película que le dio la fama a Tom Cruise. El guión, las localizaciones y hasta el elenco están ya seleccionados, pero el laureado actor no se conforma y está moviendo hilos para contar con el compañero perfecto: el príncipe Harry.
El actor, ni corto ni perezoso, ha llamado a Buckingham Palace para ponerse en contacto con el príncipe y proponerle una pequeña colaboración que, a buen seguro, haría explotar la taquilla. Y como no quiere dejar nada al azar, también le ha pedido a su gran amigo David Beckham, que a su vez mantiene una excelente relación con la familia real británica, que interceda a su favor.
El nieto de la reina Isabel II se instruyó como piloto militar y sus superiores aseguraban que era muy bueno en lo suyo, tanto que, en la intimidad de las cantinas, le llamaban Maverick, como el famoso protagonista de Top Gun. Incluso llegó a formar parte del cuerpo aéreo en Afganistán, un cargo que le apasionaba pero que tuvo que abandonar por el peligro que suponía para su persona y para el resto de sus compañeros.
