Ayer jueves, la reina visitó Oviedo para asistir a la inauguración de los cursos de verano de la Escuela Internacional de Música de la Fundación Princesa de Asturias. Allí, Letizia se mostró muy cariñosa con sus paisanos, a los que saludó efusivamente mientras repartía besos.
Sus viajes a Oviedo son siempre muy especiales ya que allí nació y allí pasó buena parte de su infancia. Su boda con Don Felipe la convirtió en Princesa de esa tierra que la vio crecer, algo que jamás habría podido imaginar.
En la localidad asturiana, Letizia lució para la ocasión un traje firmado por Hugo Boss, una de sus marcas preferidas, puesto que ya lo ha llevado hasta nueve veces. Se trata de un vestido sin mangas y con falda lápiz, marca cintura, en la que pone un cinturón negro fino que combina con el estampado. En esta ocasión, lo acompañó con unos stilettos de Prada de piel negro y un bolso del mismo color.
La reina derrochó simpatía con la gente que se amontonaba a las puertas de la Fundación Princesa de Asturias. Mientras repartía besos y saludos, la gente le vitoreaba con gritos de "¡guapa!" o "¡viva la reina!", entre otros halagos.
Ya en el interior del Conservatorio, la Reina ha visitado el taller del lutier Diego del Valle para explicar cómo se repararan, restaura y construyen los violines, violas, chelos y contrabajos.
Finalmente, Letizia ha posado con los alumnos participantes en esta nueva edición de la Escuela Internacional de Música de la Fundación Princesa de Asturias.
