Casas Reales

Alexia de Holanda rompe el silencio sobre su salud mental y su etapa universitaria en Londres: "Llamo más a mi madre que a mi padre"

Alexia con sus padres

A sus 20 años, la princesa Alexia de los Países Bajos, segunda hija de los reyes Guillermo Alejandro y Máxima, ha vuelto a ocupar titulares en Europa, pero esta vez por motivos muy distintos a los que en el pasado le valieron el calificativo de "princesa rebelde". En una entrevista, la joven royal se ha mostrado sincera, reflexiva y comprometida, abordando temas como la salud mental, su vida académica en Londres y la relación que mantiene con sus padres.

En un momento de especial sensibilidad para las casas reales europeas, que intentan acercarse más a la ciudadanía mostrando una imagen más humana y accesible, Alexia ha compartido su experiencia personal con las presiones que genera la exposición pública, especialmente en la era de las redes sociales. "Soy muy consciente del daño que pueden hacer las comparaciones constantes en línea, sobre todo entre los jóvenes", confiesa a la revista holandesa Story. "Me alegra mucho que los problemas de salud mental ya no se desestimen como si fueran simplemente una etapa adolescente. Ahora, al menos, se toman en serio". Su testimonio llega semanas después de que su madre, la reina Máxima, confirmara públicamente que tanto Alexia como su hermana mayor, Amalia, han recibido apoyo psicológico en distintos momentos de sus vidas.

En este contexto, Alexia subraya la importancia de contar con una red de apoyo emocional sólida. "A veces llamo a mis padres dos veces al día. Como muchas personas que se han independizado, creo que llamo más a mi madre que a mi padre", reveló con naturalidad. Esta confesión ha sido especialmente valorada por los medios neerlandeses, que han celebrado el nuevo tono de franqueza de la princesa, muy alejado de los formalismos habituales de la realeza.

Amalia de Holanda
Alexia de Holanda

Después de completar su formación en el prestigioso UWC Atlantic College de Gales —donde coincidió con la princesa Leonor de España—, Alexia decidió tomarse un año sabático, alejándose momentáneamente de la vida académica. Durante ese tiempo, viajó, reflexionó y se preparó para una nueva etapa que ya ha comenzado: sus estudios universitarios en Londres.

El pasado mes de septiembre, la Casa Real difundió una imagen de la princesa frente a la fachada de la University College London (UCL), una de las instituciones académicas más reconocidas del Reino Unido. Allí, Alexia se ha matriculado en una innovadora carrera universitaria: Ciencias e Ingeniería para el Cambio Social, un programa interdisciplinario diseñado para formar líderes capaces de afrontar los desafíos sociales más urgentes desde una perspectiva técnica, política y humanitaria. Una elección que no ha pasado desapercibida, dado que rompe con las opciones tradicionales que suelen escoger los miembros de la realeza. "No tenía claro qué quería hacer al terminar el bachillerato, y el año sabático me ayudó a entender qué me mueve de verdad", explicó la joven. El enfoque de su carrera refleja su creciente implicación con temas sociales, como el ciberacoso, la sostenibilidad y la inclusión, causas que ha defendido con convicción en sus últimas apariciones públicas.

Alexia de Holanda empieza a construir una imagen distinta: la de una joven preparada, comprometida y con una visión propia sobre el papel que quiere desempeñar en la sociedad. Consciente de su posición, pero también de los retos que afrontan los jóvenes de su generación, su testimonio ha abierto un nuevo capítulo en la vida de una princesa que quiere marcar la diferencia, más allá del protocolo.

La princesa Amalia de Holanda
La princesa Alexia de Holanda

El grado que cursa Alexia tiene una duración de tres años y un coste anual aproximado de 9.250 libras (unos 11.000 euros)

El grado que cursa la hermana pequeña de Amalia de Hoalnda tiene una duración de tres años y un coste anual aproximado de 9.250 libras (unos 11.000 euros). Según la propia universidad, el objetivo del programa es dotar a los estudiantes de herramientas para transformar la sociedad de manera efectiva, combinando conocimientos técnicos con competencias en liderazgo, política pública y responsabilidad social. Durante estos meses, la princesa se ha adaptado a su nueva vida en Londres, instalándose en el barrio de Bloomsbury, cerca del British Museum y del propio campus universitario. Allí ha podido disfrutar de paseos por el vecindario, conocer sus puntos de interés y familiarizarse con las instalaciones de la UCL, en un intento por llevar una vida lo más normal posible, lejos del foco mediático que durante años la persiguió en los Países Bajos.

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