Casas Reales

Histórico Palacio Real sale a la Venta en Sofía: perteneció al rey Simeón de Bulgaria

Simeon Borísov de Sajonia-Coburgo-Gotha y Saboya (Sofía, Bulgaria, 16 de junio de 1937).

Simeón de Bulgaria cumplió este lunes 16 de junio 88 años. Nació en 1937, en Sofía, siendo hijo del zar Boris III y de la reina Juana de Saboya. Nació como heredero al trono, cuyo título era príncipe de Tarnovo, y pasó su infancia con sus padres y su hermana mayor, la princesa María Luisa, en el palacio de Vrana, cerca de Sofía. Ese palacio es un pedazo de historia y ahora está en venta.

Un pedazo de la monarquía de Bulgaria ha sido puesto a la venta. La emblemática residencia conocida como La Villa del Zar es un palacio ubicado en la localidad de Banya, que perteneció al rey Simeón II y anteriormente a su padre, el zar Boris III. La venta de esta residencia única supone una oportunidad poco común: adquirir una propiedad cargada de simbolismo, historia y elegancia, que formó parte de uno de los capítulos más importantes de la historia moderna de Bulgaria. La propiedad, ahora incluida en el catálogo de un portal inmobiliario de Sofía, destaca no solo por sus características físicas, sino también por su profundo valor histórico.

Construida en 1929 por encargo del zar Boris III, la residencia fue diseñada por los renombrados arquitectos Ivan Vasilyov y Dimitar Tsolov, autores de importantes edificaciones en la capital búlgara, como el Banco Central y la Biblioteca de la Universidad San Clemente de Ojrid. La elección de Banya como ubicación no fue casual: el monarca quedó impresionado por los manantiales termales de la zona, lo que impulsó la transformación del lugar en un reconocido balneario. La finca, de más de 10.000 metros cuadrados, incluye una residencia principal de 1.000 metros cuadrados construida en acero y hormigón. Su interior se conserva tal como fue concebido originalmente: amplios vestíbulos, salones, bodega, comedor, cocina, dormitorios, baños y un despacho que sirvió como oficina personal del zar Boris III. El complejo cuenta, además, con protección oficial como monumento cultural.

Durante décadas, La Villa del Zar fue utilizada por la familia real como residencia de verano, hasta la abolición de la monarquía en 1946. Tras ese año, el inmueble fue destinado a diferentes fines estatales, entre ellos sede representativa del Museo Militar de Sopot, y se convirtió en una de las principales atracciones turísticas de la región. Sin embargo, con el tiempo, su acceso fue restringido y la propiedad comenzó a deteriorarse. Fue el propio Simeón II quien, tras su regreso del exilio en 2001, impulsó la restauración de la villa, convirtiéndola en su primer hogar tras volver a suelo búlgaro. A día de hoy, el antiguo monarca sigue empadronado en Banya y vota allí en cada proceso electoral. El anuncio de la venta ha generado gran interés, aunque los motivos detrás de la decisión no han sido revelados públicamente. Tampoco se ha especificado el precio, que figura como "negociable" en el sitio web. Las imágenes publicadas muestran una propiedad en excelente estado de conservación, rodeada de naturaleza y cargada de historia. Actualmente, la finca es mantenida por la bodega Valle de las Rosas, una empresa con una singular trayectoria histórica, conocida por haber suministrado vino tanto al régimen nazi como a altos funcionarios soviéticos durante el siglo XX.

La convulsa historia del palacio de Vrana, la que fue residencia oficial de la familia real búlgara

Simeón de Bulgaria tiene el tratamiento de majestad aunque nunca llegó a ser rey. No es el único extraño honor que detenta, también podría presumir de otras cosas, como el hecho de ser íntimo del rey Juan Carlos y la reina Sofía, el padre de la exótica Kalina de Bulgaria, el único monarca que ha sido elegido primer ministro de su país en las urnas y, en 2022 volvió a ser el propietario legal del palacio de Vrana, el mismo del que fue expulsado de niño cuando huyó hacia un exilio que duraría 50 años. La batalla por recuperar Vrana duró dos décadas. El palacio de Vrana está situado a las afueras de Sofía, la capital de Bulgaria, y es una de las residencias que poseían los zares búlgaros desde que lo adquirió en 1899 el abuelo de Simeón II. Poco después de aquella compra, en los primeros años del siglo XX, se construyó el primer pabellón de caza en sus jardines.

Pero la historia del palacio es convulsa de principio a fin. Durante la Segunda Guerra Mundial los edificios principales fueron dañados por los bombardeos y tras la abolición de la monarquía en 1946 se convirtió en la residencia del secretario general comunista Georgi Dimitrov. Simeón, su hermana y su madre fueron retenidos en ese mismo edificio antes de salir camino de un exilio que les llevaría hasta España. La familia real búlgara no volvería a pisar los jardines de Vrana hasta 1998 y en 2001, cuando Simeón de Bulgaria ganó las elecciones y se convirtió en primer ministro, el rey y su esposa Margarita Gómez-Acebo se instalaron definitivamente en el palacio. Allí han permanecido desde entonces, a pesar de los problemas judiciales que han rodeado a la propiedad.

Tras superar un exilio y una batalla en las urnas comenzó otro tipo de conflicto: el jurídico. Aunque el régimen comunista cayó en 1990, el Parlamento consiguió nacionalizar poco a poco muchas de las propiedades que habían pertenecido tradicionalmente a los Sajonia-Coburgo-Gotha en el pasado. El palacio de Vrana y sus jardines también estaban en el punto de mira de esa nacionalización. El peor momento de este conflicto entre la familia real búlgara y la administración del país se alcanzó en 2018, cuando Simeón y su esposa estaban plenamente instalados en el país. La familia recibió entonces la noticia de que el Tribunal Municipal de Sofía revocaba su derecho a permanecer en la que desde 2001 era su residencia en el país.

Para entonces Simeón de Bulgaria ya había visto cómo cuatro de los antiguos palacios que pertenecían a su familia habían pasado a manos del Estado por decisión judicial, entre ellos el palacio de Sintyakoyo, que era la residencia de verano de la familia real búlgara; la residencia Saragyol; el palacio de Tsarska Bisritsa, donde se casó Kalina de Bulgaria y el palacio de Krichim. Luego le tocó el turno a Vrana. El rey definió aquella decisión como un "segundo exilio". "Con frecuencia me sigo preguntando si merezco ser privado de mi hogar y que me obliguen a abandonar mi Patria", declaró el monarca a los medios hace ya cinco años. Una resolución favorable y sin posibilidad de apelación por parte de la administración devolvió el palacio a Simeón de Sajonia-Coburgo-Gotha en 2022.

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