Mientras se confirma el regreso del emérito a Galicia, en Palma de Mallorca todo son rumores sobre la próxima Copa del Rey, que se celebra entre el 29 de julio y el 2 de agosto. Después de seis meses navegando en el Juan Sebastián de Elcano, Leonor de Borbón podría estrenarse en alguno de los veleros que compiten en la bahía de Palma, concretamente en el Aifos de la Armada, que tiene a su padre, el rey, al timón.
La implicación de la Princesa de Asturias en una regata tan importante para Mallorca —tanto para el turismo de la isla como para la imagen de la Familia Real— podría contribuir a recuperar la buena sintonía entre los reyes y sus hijas y la capital balear. Desde que Letizia ha reducido las vacaciones reales en Palma a una sola semana o menos, el malestar entre la sociedad balear ha sido patente, ya que mantener el Palacio de Marivent —cedido a los reyes para que su presencia apoye la imagen de la isla— cuesta más de un millón de euros al año al Gobierno autonómico.
Por otra parte, el rey Juan Carlos, doña Sofía y sus tres hijos participaban desde muy jóvenes en la Copa del Rey, y la mayor parte de sus nietos han acudido cada verano a la Escuela Nacional de Vela de Calanova. La reina Sofía era quien se encargaba de acompañar a Froilán, Victoria y los niños Urdangarin a esa escuela y quien les pagaba los cursos.
Sin embargo, Leonor y su hermana la infanta Sofía nunca aprendieron a navegar ni salieron en el velero donde competía su padre. En los últimos años, Letizia y sus hijas no pisaron el Club Náutico de Palma para despedir al rey cuando se hacía a la mar, como había ocurrido en ocasiones anteriores. Es posible que en la capital balear se confundan deseos con realidades, pero en el entorno del Club Náutico se comenta que Leonor podría demostrar en Palma que domina el arte de la vela y estrenarse como tripulante en la 43.ª edición de la Copa del Rey (que algún día será la Copa de la Reina).
