Se ha dicho que las imágenes de la princesa de Asturias en bikini durante su descanso en una playa de Montevideo, Uruguay, han caído en Zarzuela como un jarro de agua fría. Sin embargo, no hay ninguna constancia de esa supuesta incomodidad. Al contrario: una amiga cercana de la reina Letizia, como es Sonsoles Ónega, defendió este miércoles desde su propio programa y frente a algunos de sus colaboradores, y como buena periodista, la publicación. De hecho, en palacio sabían de la existencia del reportaje y las negociaciones que se estaban llevando a cabo en diferentes medios de comunicación (nacionales y extranjeros).

Es cierto que en Zarzuela tratan de controlar como es lógico el creciente el interés mediático y popular de la princesa. Su mayoría de edad marcó un antes y un después en su existencia y pasó de la protección de un internado en Gales a una formación militar pública en España. Muy aplaudida, por cierto. "La reina Letizia está enfadada por el acoso constante que recibe la princesa. Es una cuestión más de privacidad y de que a su edad no pueda tener planes con sus amigos sin ser fotografiada", aseguraron en Informativos Telecinco este miércoles.

Sin embargo, desde primera hora de la mañana, en La mirada crítica, tanto el resto de los programas de Telecinco como del resto de las cadenas, abordaban el tema, difundían generosamente las imágenes de la heredera en bikini y la portada de Diez Minutos, dando voz al director de la publicación. El rey está orgulloso de su hija y de la labor que está haciendo como su futura sucesora al trono, si bien en algunos telediarios se afirmaron extremos que no se han podico confrimar: "Está dolido porque este tipo de imágenes ensombrecen el gran trabajo de su hija", se dijo por ejemplo desde Telecinco.

La periodista Mariángel Alcázar, experta en Casa Real, ha desvelado otras reacciones desde Zarzuela: "Preocupación". Asegura que el negocio generado por las fotografías de la princesa podría desencadenar un seguimiento todavía mayor a la heredera por parte de los paparazzi de todo el mundo, algo que les preocupa, pues garantizar la seguridad y el bienestar de la princesa es la máxima prioridad.

Un inmenso favor el que ha hecho la revista Diez Minutos a la figura de Su Alteza Real

Sin embargo, otros expertos consultados por Informalia aseguran que "es un inmenso favor el que ha hecho la revista Diez Minutos a la figura de Su Alteza Real la Princesa Leonor, porque queremos una princesa normal, un ser humano". Especialistas en potocolo, que no quieren desvelar su identidad pero son de probada eficacia como asesores de imagen de personas de relevancia empresarial y política de primer orden, consideran que los españoles "queremos una persona con sentimientos, no un robot detrás de un atril", explican. "Queremos a alguien con una formación integral, con buena educación y con sentimientos espontáneos, naturales". El miércoles, Diez Minutos publicó una portada histórica. No tiene discusión. En cambio, sí son discutibles afirmaciones como que la Casa Real está enfadada o que a la propia princesa no le ha gustado salir en bikini. ¿Y cómo lo saben?

Esta portada es de las buenas, porque "está a favor de la humanidad de la heredera", opinan nuestras fuentes. "Muestra un momento normal de una persona normal: una joven de 19 años, disfrutando de un baño tranquilo con sus compañeras y compañeros en una playa y sin esconderse. Esta imagen permite al público entender que, incluso alguien tan relevante como la futura reina, también tiene sus momentos de esparcimiento, de diversión y de relajación. Esa cercanía de la princesa al pueblo es muy valiosa. Esa imagen recorrerá el mundo, y es muy positivo que haya visto la luz", sostiene uno de los expertos consultados.

Desde el punto de vista periodístico, el documento gráfico es sin duda la envidia de cualquier medio del ámbito de la crónica social. La prueba de su éxito es que, el miércoles, todos los programas recurrían a la portada para difundirla casi en bucle y se ha solicitado desde todos los medios la presencia de Vicente Sánchez, director de la publicación para preguntarle, para saber más sobre las circunstancias de esas fotos. Esa portada ha sido, sin ninguna duda, la noticia del día y la noticia de la semana. Con permiso de la demanda de Juan Carlos I a Revilla, que sin duda resta mucho más a la imagen de la corona que una joven natural y cercana tomando un baño con admirable naturalidad.

Para cualquier revista, no solo española, la portada de la princesa Leonor es un éxito sin discusión. Y sin embargo en algunos programas fue criticada con al doble moral de usarla para vertebrar la emisión. Se escucharon voces, por decirlo de alguna manera, bastante desafortunadas, tratando de descalificar lo que es una portada histórica. Entra al club de grandes portadas que han marcado la crónica social.

Resulta absolutamente incomprensible que, en un programa que contiene grandes dosis de corazón a diario se haya escuchado a una abogada descalificar con inusitada energía a quienes se encargan de construir la crónica social, calificando de chisme al cotilleo, desde un programa de chismes y cotilleos. Esa doble moral de hacer programa con un material a la vez que se exhibe hasta la saciedad es lo criticable. Incluso se escuchó a una letrada que participa de ese circo llamado magacín de tarde, invitar a la Casa Real a demandar, a querellarse y a denunciar a rebufo de la demanda de Juan Carlos I contra el ex presidente de Cantabria y las imágenes de la princesa Leonor. Es inaudito que se critique que se hagan fotos en lugares legales, a personas públicas en espacios públicos desde un espacio que hace uso de esas imágenes.

Las imágenes capturadas por los fotógrafos parecen incomodar a algunos pero lo alucinante es que desde un programa que se construye en buena parte con la exhibición casi en bucle de la princesa en bikini se escuchen descalificaciones a quien toma o publica esa fotografía. Por suerte, Sonsoles Ónega (amiga personal de la reina Letizia) puso coherencia en ese debate dentro de su programa y dejó claro, como periodista que es, a favor de la libertad de prensa y del derecho de los espectadores a ver personajes públicos en lugares públicos mientras su intimidad, su honor o su propia imagen no se vulneren. Recordemos las afirmaciones de los expertos en imagen: "El caso de la princesa en bikini creemos que es muy positivo porque es bueno que nuestra sociedad vea que tenemos una princesa que es una joven normal de 19 años", repiten.

Es aún más sorprendente que esto ocurra en un programa que, precisamente, se construye sobre la imagen de esa portada de la princesa Leonor, y donde el director de la revista, invitado a comentar su trabajo, fue sometido a una especie de linchamiento mediático del que le salvó la presentadora. Cualquier periodista del ámbito de la crónica social que no valore positivamente está equivocado o está mintiendo arrastrado por la envidia u otros oscuros intereses. Enhorabuena a la revista Diez Minutos pero también a la Casa Real, porque nuestra princesa, desde este miércoles, es mucho más humana y, por lo tanto, mucho más cercana.

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