Saltaron las alarmas: el rey Carlos III, de 76 años, ingresado en el hospital por una reacción adversa al tratamiento oncológico y no por un agravamiento de su enfermedad de cáncer: "Su Majestad ha sido ingresado para someterse a algunas pruebas y permanecerá bajo observación médica. Se espera que regrese pronto a su residencia", señalaba el comunicado de Buckingham de este jueves 27 de marzo. El monarca ya está en casa. Regresó a Clarence House la pasada noche, tal y como informa la BBC.
Desde su residencia, estuvo trabajando "como siempre", según fuentes cercanas han declarado a Daily Mail, que han referido este ingreso hospitalario como "un pequeño bache en el camino", pero que va en "buena dirección". A continuación, la primera imagen del padre de Guillermo y Harry tras recibir el alta. Ha saludado a una multitud desde su automóvil al salir de su residencia londinense de Clarence House, próxima al palacio de Buckingham. Este breve desplazamiento tenía como destino la casa de campo que el monarca tiene en Highgrove, ubicada en el condado de Gloucestershire, al oeste del país.

El Rey de Inglaterra fue ingresado este jueves en el hospital durante unas horas tras experimentar efectos secundarios derivados de su tratamiento contra el cáncer. Este episodio le obligó a cancelar a última hora una visita a Birmingham que tenía marcada en su agenda, un anuncio que puso en alerta a los medios. De hecho, pese a la insistencia de palacio en la poca gravedad de su ingreso, el soberano ha ocupado las portadas de los periódicos de este viernes.

Hay que subrayar el intenso ritmo de trabajo del sigue el monarca y que compatibiliza con su terapia médica. En unos días, el próximo 7 de abril, afronta su viaje de Estado a Italia, que llevará a cabo con Camila. La visita, anunciada desde hace meses, coincide en fechas con su 20º aniversario de matrimonio, por eso cobró de alguna manera ese destello de luna de miel para el matrimonio. De momento, según el periódico británico, ese viaje sigue adelante.
En enero de 2024, Carlos III fue sometido a una cirugía por agrandamiento de próstata. En febrero se hacía pública su enfermedad oncológica, sin que se haya informado qué tipo de cáncer tiene. Fue justo hace un año, en marzo, cuando protagonizó su primera aparición en la misa de Pascua. El monarca ha afrontado esta etapa con una enorme fortaleza y un sentido de la responsabilidad por su trabajo ejemplar, herencia de su madre, la reina Isabel II. Uno de los episodios más señalados fue su viaje a Australia y Samoa durante 11 días. En aquella visita oficial, el rey, que iba acompañado por su mujer, decidió suspender su tratamiento de cáncer.