Operación: proteger a Camila. La reina, entonces Camila Parker-Bowles amante de Carlos de Inglaterra, compró la bonita Ray Mill House en 1995 por 850.000 libras. Esta propiedad, en Reybridge, localidad cercana a Lacock , Wiltshire, en Inglaterra, ha sido un refugio para ella desde su divorcio con Andrew.
La finca de Camila cuenta con una mansión de campo de estilo italiano que data del siglo XIX y con unos jardines de cinco hectáreas cuajados de flores y abejas. Pues bien, esta propiedad idílica linda con una finca cuyos dueños tenían la intención de rentabilizar como alquiler vacacional y como espacio para alquiler de bodas y eventos. Ante estos planes, el Rey ha actuado y se ha hecho con The Old Mill, que así es como se llama la casa de campo vecina. Carlos III ha desembolsado 3 millones de libras (unos 3,5 millones de euros), tal y como publica Daily Mail.
Los planes de alquiler para eventos de los antiguos propietarios de The Old Mill podrían suponer una amenaza para la privacidad de Camila. La Reina ama la tranquilidad y la intimidad que encuentra en su adorado The Old Mill, un refugio que se podría venir abajo ante el trasiego de vecinos veraneantes, turistas e invitados de bodas.
Hay que remontarse a la muerte de la reina Isabel II, a finales de aquel verano de 2022, cuando Camila se instaló en casa campestre de Ray Mill House. Un duelo que pasó retirada del foco mediático, protegida en sus jardines bucólicos, junto a sus perros y sus caballos. La Reina, coronada en mayo de 2023, disfruta de pasear entre sus huertos silvestres. Acude a esta residencia con cierta frecuencia. Una burbuja de paz que Carlos ha querido preservar intacta al comprar de su bolsillo la finca vecina.
Camila ha vivido en esta mansión campestre por temporadas. Su boda con Carlos, en 2005, supuso para ella la aceptación oficial en los Windsor y en Buckingham cuando además recibió el título de duquesa de Cornualles. Un nombramiento que llevó hasta que fue coronada reina junto a su marido, tal y como dejó establecido Isabel II.
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