Kate Middleton cada vez tiene más claro qué papel quiere desempeñar en la familia real Británica. Tras un 2024 convulso, marcado claramente por su enfermedad, la princesa de Gales ha aclarado la función que desea asumir como futura reina consorte. El pasado mes de febrero, la nuera de Carlos III ya expresó su deseo de que se fijen más en su trabajo que en sus estilismos. Ahora, Kate ha revelado que no está de acuerdo con ciertas tradiciones que sus hijos están destinados a hacer como herederos al trono.

En una conversación con Tom Quinn, autor del libro Yes, Ma'am: The Secret Life of Royal Servants, han asegurado que la mujer del príncipe Guillermo ha insistido en que no habrá derramamiento de sangre para sus hijos.

En este ritual, conocido como royal blooding, los miembros más jóvenes son iniciados en el mundo de la caza junto a sus parientes más longevos. Tras acabar con la vida de algún animal, la tradición marca que se tienen que untar la cara con la sangre de este. El príncipe Guillermo, quien también tuvo que realizar esta práctica, coincide con Kate y no quiere que sus hijos realicen esta práctica.

El príncipe Harry habló de este ritual en En la sombra, un libro que relata su decisión de alejarse de la monarquía junto a su esposa, Meghan Markle, entre otras muchas cuestiones. El hijo menor de Carlos III cuenta que, cuando tan solo tenía 15 años, un guía de caza le acompañó en la famosa tradición y le empujó hacia el cadáver del animal. "Traté de apartarme, pero me empujó más fuerte. Me sorprendió su fuerza demencial. Y el olor infernal. El desayuno me saltó del estómago", manifestó.

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