Bucklebury se encuentra a unos 80 kilómetros de distancia de Londres. Allí, en Berkshire, en la casa de los Middleton, es donde su hija la princesa de Gales fijó su cuartel general durante los meses que recibió el tratamiento de quimioterapia preventiva. Lo publica Mujerhoy y El Debate citando a la revista británica especializada en realeza Majesty Magazine.
Bucklebury Manor, la mansión de Carole y Michael Middleton, es una imponente vivienda de estilo georgiano que durante unos meses sirvió de refugio para Kate Middleton. Vinculada desde niña a esa idílica propiedad, la princesa encontró el apoyo, el cariño, la tranquilidad y la intimidad que requería su recuperación. Alejada de los focos y de la tormenta mediática y social que su ausencia levantó en las redes, Kate afrontó junto a su familia y su marido la enfermedad. Durante esa primera fase fue un proceso privado hasta que la nuera del Rey, en marzo, reveló al mundo su estado de salud y los motivos por los que se había tomado su tiempo para hacer pública su enfermedad, que no eran otros que proteger a sus hijos pequeños.
Fue en el bucólico Bucklebury Manor donde Kate Middleton encontró paz. Regresó la princesa a la localidad de Bucklebury de su infancia, aquella que los medios rebautizaron en 2011 como el pueblo de la novia, año en que la joven británica y el príncipe heredero Guillermo contrajeron matrimonio.
La propiedad de los Middleton cuenta con un gran jardín de 18 acres (72.000 metros cuadrados) que rodea la vivienda de siete habitaciones. Tiene una piscina y una cancha de tenis. Además, dispone de una residencia anexa para albergar a los empleados de seguridad. La finca fue adquirida por unos 5 millones de libras (6 millones de libras), señala El Debate.