El mundo del lujo y las propiedades de ensueño siempre han cautivado a una audiencia selecta y exigente. Y es que, ¿quién no ha soñado con poseer una mansión que desafíe las fronteras de lo imaginable? Esta es la propuesta de la serie de Netflix L'Agence: l'immobilier de luxe en famille, que sigue a la familia Kretz mientras navegan por el mundo de las propiedades más exclusivas. En la serie, que lleva ya cuatro temporadas, se muestra cómo el matrimonio Kretz, Sandrine y Olivier, junto a sus cuatro hijos –Martin, Valentin, Louis y Raphaël– gestionan su agencia inmobiliaria familiar, especializada en la compraventa de inmuebles de lujo.
La familia Kretz ha logrado que la agencia que lleva su apellido se convierta en un referente en el mundo de la inmobiliaria de lujo. Su sede está ubicada en Boulogne, Francia, pero la agencia opera en todo el mundo, con especial foco en propiedades de gran calibre en países como Francia, España y otras zonas exclusivas del planeta. La familia ha sido protagonista de varias transacciones de alto perfil, como la venta del impresionante Castillo de Pedraza en Segovia, adquirido por el productor Luis Álvarez y los famosos humoristas Santiago Segura y José Mota, o la transacción del espectacular ático de la diseñadora Agatha Ruiz de la Prada.
El negocio inmobiliario de lujo de los Kretz no se limita solo a las transacciones públicas. En el ámbito privado, la agencia ha cerrado operaciones de propiedades millonarias que rara vez llegan a ser conocidas por el gran público. Sin embargo, es en la última temporada de su reality donde se presenta una de las propiedades más extraordinarias que han tenido en su portafolio: el castillo de Armainvilliers.
El castillo de Armainvilliers: lujo sin precedentes
En el segundo episodio de la nueva temporada, L'Agence lleva a los espectadores hasta Gretz-Armainvilliers, una pequeña localidad situada a 40 kilómetros de París. Allí, en medio de un entorno boscoso de 1.100 hectáreas, se encuentra el castillo de Armainvilliers, una mansión que, según los propios Kretz, no se parece a nada que hayan visto jamás. "¡Es la casa más enorme que he visto en mi vida!", exclama el hijo mayor de la familia, Valentín Kretz, mientras recorre la propiedad.
La historia del castillo de Armainvilliers es tan fascinante como la propia mansión. Originalmente construido en el siglo XII, la fortaleza sufrió grandes transformaciones a lo largo de los siglos, siendo adquirida en 1887 por la familia Rothschild. Fue el barón Edmond de Rothschild quien la renovó, dándole una nueva vida al transformarla en una mansión de estilo anglo-normando. Su tamaño es simplemente desmesurado: con 127 habitaciones, la propiedad ocupa una extensión de 9.000 metros cuadrados y está rodeada por un largo artificial, dos estanques y un bosque. Además, la finca cuenta con 36 edificios anexos que se extienden por dos pueblos cercanos, Tournan-en-Brie y Favières.
Pero la historia del castillo no termina ahí. En la década de 1980, el rey Hassan II de Marruecos adquirió la propiedad y la convirtió en un palacio digno de las mil y una noches. La mansión fue decorada con muebles tejidos con hilo de oro, mosaicos traídos de Fez y Marrakech, y grifería de oro. El lujo y la opulencia de la propiedad eran tan desbordantes que el castillo pasó a ser conocido como un lugar donde las sorpresas nunca terminan. "Esta visita es cada vez más surrealista", comenta Olivier Kretz al explorar las instalaciones, visiblemente impresionado por las dimensiones y la grandiosidad del lugar.
Una transacción millonaria que desafía la imaginación
A pesar de su espectacularidad, el castillo de Armainvilliers ha pasado por varias manos en las últimas décadas. Tras la muerte de Hassan II, la propiedad fue vendida a un empresario de Oriente Medio cuya identidad sigue siendo confidencial. Desde entonces, el castillo ha permanecido deshabitado, y su actual propietario decidió ponerlo a la venta. Inicialmente, el precio de la propiedad era de 425 millones de dólares, pero, tras varias negociaciones, se acordó una rebaja considerable –si es que se puede hablar de rebaja en cifras de tal magnitud–, situando la propiedad en 180 millones de euros. A pesar de su exorbitante precio, los Kretz se han encargado de facilitar la venta, aprovechando su experiencia y contactos en el mercado de lujo para encontrar un comprador que esté dispuesto a adquirir una propiedad con tal legado histórico.
El éxito de la familia Kretz y su agencia inmobiliaria
La historia de la familia Kretz es una muestra de cómo, en el mundo del lujo, cada transacción es una historia única de patrimonio, exclusividad y oportunidades. La agencia inmobiliaria de los Kretz ha logrado posicionarse en un nicho muy específico del mercado inmobiliario, convirtiéndose en el canal a través del cual muchos compradores de alto perfil adquieren propiedades en las que el lujo no tiene límites.
Por su parte, la familia Kretz ha logrado establecer una relación cercana con sus clientes, y su éxito no solo radica en las propiedades que venden, sino en la forma en que gestionan cada operación, adaptándose a las expectativas y demandas de los compradores más exigentes. Sin lugar a dudas, L'Agence se ha convertido en una ventana al mundo de las mansiones más deslumbrantes, y los Kretz siguen siendo la referencia indiscutible para quienes buscan la propiedad de sus sueños.
A medida que la agencia sigue expandiéndose, no cabe duda de que la familia Kretz continuará sorprendiendo al mundo con su habilidad para gestionar las operaciones inmobiliarias más extraordinarias, y el castillo de Armainvilliers es solo el último de los muchos logros de este clan de agentes inmobiliarios que han convertido el lujo en su especialidad.