Pánico en Holanda: el acosador de la princesa Amalia sale del psiquiátrico cuatro años después de su arresto

Preocupación en la Casa Real holandesa por la seguridad de la princesa Amalia. La hija de los reyes Guillermo y Máxima vive una pesadilla desde que los servicios secretos del país descubrieran en 2022 que era el objetivo de Mocro Mafia, un peligroso grupo criminal que actúa en los Países Bajos y que planeaba secuestrarla. La joven se refugió en Madrid, apadrinada y protegida por los reyes Felipe y Letizia, donde estudió durante un año, y regresó a Ámsterdam cuando se neutralizó la amenaza. Sin embargo, este jueves, el diario alemán Bunte ha desvelado que la integridad de la heredera sigue en peligro.

En esta ocasión, se trata de Wouter G., un exsoldado que desarrolló una obsesión enfermiza por la hija de Guillermo y Máxima de Holanda. El acoso hacia Amalia comenzó en 2016, cuando ella solo tenía 13 años. Él le enviaba mensajes, la amenazó e incluso se coló en la residencia de la familia real holandesa, Villa Eikenhorst en Wassenaar, donde fue detenido. En 2020, tras un juicio rápido, el tribunal de Zwolle le condenó a tres meses de prisión y un tratamiento psiquiátrico tras ser diagnosticado con esquizofrenia. Sin embargo, el pasado 6 de diciembre, y tras experimentar una notable mejoría, el tribunal autorizó su liberación y salió de prisión.

El citado medio asegura que se han intensificado los dispositivos de seguridad que protegen a la princesa, pues a la amenaza que supone Wouter G. hay que sumarle la de Karim Bouyakhrichan, uno de los líderes de la Mocro Maffia, en busca y captura tras fugarse mes y medio después de su detención.

La heredera, a quien relacionan con Boris de Bulgaria, vive ahora en Ámsterdam, donde estudia Política, Psicología, Derecho y Economía en la universidad. Desde que regresara a su país tras pasar un año en España, su presencia en los actos oficiales se ha intensificado. El último fue el pasado día, cuando acompañó a sus padres en la cena de gala ofrecida al presidente de Portugal en su viaje de Estado a los Países Bajos. La princesa, además, ha heredado no solo la inteligencia y el carisma de sus padres sino también el estilo y la elegancia de su madre, a la que ya comienza a 'eclipsar' en algunas ocasiones.