El rey Mohamed VI de Marruecos, de 61 años, ha sido sometido a una intervención quirúrgica de urgencia tras sufrir un accidente deportivo este domingo. Según el comunicado oficial emitido por su equipo médico, el monarca sufrió un traumatismo en el hombro izquierdo, que resultó en una fractura del húmero. La operación, que se realizó en la clínica del Palacio Real en Rabat, fue un éxito, pero el proceso de recuperación será largo. El hombro del rey deberá permanecer inmovilizado durante los próximos 45 días, seguidos de una fase de rehabilitación funcional para asegurar una completa recuperación.
Este incidente se suma a una creciente preocupación sobre la salud del monarca, que en los últimos meses ha sido objeto de especulación mediática debido a su estado físico. A lo largo de los últimos años, la opacidad informativa sobre la salud de Mohamed VI ha alimentado rumores y ha generado interrogantes sobre su capacidad para seguir liderando el país. Aunque se ha mantenido en gran parte al margen de los detalles de su condición, las recientes imágenes del rey han incrementado las especulaciones. En sus últimas apariciones públicas, se le ha visto visiblemente desmejorado y caminando con bastón, lo que ha llevado a muchos a preguntarse sobre su futuro y la eventual transición de poder.
Un aspecto que ha dado pie a aún más incertidumbre es el papel de su hijo, Moulay Hassan, el heredero al trono. Con tan solo 20 años, el príncipe Moulay Hassan ha comenzado a asumir un rol más visible en la vida política y pública del país, lo que ha alimentado las especulaciones sobre una posible preparación para suceder a su padre en el trono. En los últimos meses, el príncipe ha incrementado su presencia en eventos oficiales, y su creciente protagonismo ha disparado las hipótesis sobre su capacidad para asumir el liderazgo en caso de que su padre no pueda cumplir con sus funciones.
No obstante, a pesar de las preocupaciones sobre su salud, Mohamed VI parece mantener un control absoluto sobre su agenda. A finales de noviembre, fue visto en París con sus dos hijos, lo que sorprendió a muchos, ya que el monarca parecía encontrarse en buen estado de ánimo y no requirió asistencia para caminar, a diferencia de otras apariciones recientes. Este paseo por la capital francesa sugirió que, aunque su salud podría estar pasando por dificultades, el rey sigue siendo activo y comprometido con sus responsabilidades.
El incidente con el hombro de Mohamed VI ha acentuado las especulaciones sobre su futuro, pero también ha puesto en evidencia la figura del príncipe Moulay Hassan, cuyo papel como heredero podría volverse más relevante en los próximos meses. Mientras tanto, Marruecos sigue observando atentamente el estado de salud de su monarca y el camino hacia la eventual transición de poder, que podría ser más cercano de lo que muchos imaginan.
