Este miércoles ha muerto en Palma de Mallorca la princesa Birgitta de Suecia, hermana del rey Carlos XVI Gustavo, a los 88 años. La noticia se conoció hace unos momentos, cuando fuentes cercanas a la familia real confirmaron que la princesa murió en su residencia de Santa Ponsa, en Calvià, donde vivía desde hacía décadas.
La princesa Birgitta, conocida en círculos sociales de Mallorca por su cercanía y su activa vida pública, era un rostro habitual en eventos locales y culturales, especialmente relacionados con la comunidad sueca. Cada año organizaba la tradicional celebración de Santa Lucía, una festividad clave para los suecos que reside en la isla.
Un legado vinculado a Mallorca
Divorciada del aristócrata alemán Johan Georg von Hohenzollern, Birgitta encontró en Palma su hogar desde los años setenta. Su figura fue un puente entre la cultura sueca y mallorquina, participando en diversas actividades benéficas y sociales.
La familia real sueca aún no ha emitido un comunicado oficial, pero se espera que el rey Carlos Gustavo, muy cercano a su hermana, viaje en los próximos días a la isla para participar en los actos fúnebres. Los detalles sobre el funeral aún están por confirmarse.
Su muerte deja un vacío en la vida social y cultural de Palma, donde la princesa era una figura querida y respetada.
