Alberto de Mónaco y su mujer, Charlene, se han apresurado a lanzar ya su mensaje de Navidad. Para su felicitación navideña han dejado atrás la pomposidad exquisita del año pasado y han optado por la imagen de la sencillez. Si comparamos ambos posados, los cambios son radicales,
Pues eso. Radical volantazo de imagen del príncipe Alberto II, de su mujer y, también, de sus hijos. En el retrato de 2023 (foto izquierda) vemos al jefe de la Casa Grimaldi con esmoquin y pajarita burdeos. Impecable, con una camisa blanca nuclear, es el único miembro de la familia que está de pie. Alberto abarca con sus brazos a todos en señal de protección. Charlene, mucho más abajo que su marido en la línea del posado, está sentada en el banco que comparte con sus hijos. La exnadadora sudafricana luce un fabuloso vestido de terciopelo de color café. Un look súper sofisticado que acompaña con pendientes y pulsera de brillantes. Con pajarita, como su padre, posa Jacques, que se recuesta sobre su madre. El terciopelo también es para la pequeña Gabrielle. Y qué decir del atrezzo navideño, toda una explosión de dorados en alto brillo y en diferentes intensidades.
De un posado glitter, exquisito, elegante y refinado, pasamos a una foto que es el epítome de la sencillez. Alberto de Mónaco y Charlene sonríen para el fotógrafo Eric Mathon en una escenografía que se encuentra en las antípodas de la relatada. Vemos a los príncipes con sus hijos delante de una chimenea de piedra. Hay velas, piñas, arreglos de ramas de pino, un abeto navideño, bolas de estilo rústico. Todo un catálogo de deco navideña que evoca lo tradicional y lo natural. Hasta el cesto a pie de árbol lleno de piñas está estudiado. Es una decoración de hogar, no de palacio.
En cuanto a los looks. La diferencia es radical. Alberto, que repite de pie (como jefe de la Casa), luce un jersey de cuello caja de color blanco. El jersey, en diversos colores, se convierte así en el elemento que armoniza la imagen. Charlene ha cambiado su vestizado de terciopelo por la lana y las botas. Un look marrón café que va en armonía total con todo el posado. ¿Y qué más llama la atención? La manta. Todos pisan una manta divina, que cubre el banco sobre el que están sentados. Lo dicho, nada que ver una foto con otra.
