Ha sido el regreso de la hija de los reyes de Noruega, Harald y Sonia, a los focos tras la denuncia de un hombre de nacionalidad sueca, de 49 años, que acusa a su marido de agresión sexual. En su reaparición ante los fotógrafos, Marta Luisa ha escogido un vestido de color noche y ha lucido la mejor sonrisa. Le da daba la mano al chamán Durek Verret. Juntos han posado en el photocall de los premios Gurú, en Los Ángeles.
Agarrados de la mano, en señal de unión inquebrantable, y ambos sonrientes. Con sonrisas de dientes blancos. Han sido las dos señales de fortaleza que han lanzado Marta Luisa y Durek en un regreso a una alfombra roja ante los fotógrafos. Verret, con un look negro de pies a cabeza, ha lucido un abrigo rojo como símbolo de fuerza y de resistencia.

Hace solo unos días, salió a la luz la acusación de un hombre, Joakim, que apuntaba a Durek como un agresor sexual. Ambos se conocieron en 2015 en Nueva York, según el testimonio de la presunta víctima, quien quedó fascinado por el enorme carisma del chamán, tal y como publicó el diario sueco Se og Hør. El hombre, casado y padre de dos hijas, comenzó una amistad con Durek, hasta que la relación desembocó en celos y control por parte de Verret. En las sesiones, el hombre aseguró haber sufrido tocamientos sexuales e insinuaciones.
El yerno de los reyes de Noruega no dio la cara ni respondió a las acusaciones, pero sí lo hizo su representante, que restó importancia a las declaraciones de Joakim: "Durek elimina a menudo la energía a través del sistema linfático en las zonas de las axilas y las ingles. Su trabajo implica diferentes métodos de curación, incluido el tacto".