Sofía es esencial en Oviedo. La infanta, de 17 años, es el soporte emocional de su hermana en esta gran cita asturiana con la ciencia, las letras y las artes. Ambas hacen equipo. La infanta tiene un foco diferente a la princesa, a quien le viene dado por su condición de heredera. Vemos a la hija menor de Felipe VI y Letizia más relajada, con otra presión y con otra exigencia.
A Sofía Oviedo le da suerte. Como su madre, está feliz. No es su Oviedo natal, pero como si lo fuera. Desde su llegada al coliseo ovetense, no se ha separado de su hermana. En el vestíbulo del Campoamor, Sofía estaba pegada a su madre. Aplausos y más aplausos han escoltado la llegada de los Reyes y sus hijas al pasillo del patio de butacas del teatro. Han sido 40 segundos de ovación.
Así han sido recibidos los Reyes, la Princesa de Asturias, la Infanta Sofía y la Reina Sofía a su llegada al Teatro Campoamor (Oviedo) con motivo de los #PremiosPrincesadeAsturias 2024
— Casa de S.M. el Rey (@CasaReal) October 25, 2024
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Ha habido dos paradas. Una para saludar a su abuela materna, Paloma Rocasolano, que ocupaba su silla de siempre en la fila sexta; y otra, para saludar a su abuela paterna, doña Sofía, que ocupaba su palco de honor a la derecha del patio de butacas. Leonor y Sofía han subido a escena (nunca mejor dicho). Seis escalones. De fondo, se escuchaba una grabación de la obra Ayres for cornetts & sagbuts, de John Adson.

Camino de los 18, Sofía ha dado forma a un estilo propio. He visto en su look un cambio de aire, de brillo y de texturas. Un cambio de todo. La infanta, altísima, ha lucido una brillante americana de acabado alto brillo en tonos dorados. Un glitter de aire vintage, como de los setenta, que contrastaba con su conjunto negro básico y pantalón palazzo.

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