Cuatro años largos han pasado desde que Harry abandonó Londres y se instaló con Meghan Markle y su hijo Archie en EE UU. Un recorrido de cuatro años de Megxit, con la mudanza a Montecito y el nacimiento de la pequeña Lilibet, que ahora ha dado paso a una nueva etapa. El duque de Sussex, a punto de cumplir 40 años (el 15 de ese mes), desea regresar a su tierra natal. No de forma definitiva, sino gradualmente. Regresar ya es una noticia alentadora para su familia Windsor, sobre todo para Carlos III en un año muy duro para el monarca después de que este anunciara al mundo que se encuentra en tratamiento contra el cáncer.
Padre e hijo han tendido puentes este año. La enfermedad de Carlos III, de 75 años, provocó ese acercamiento. Ahora, el duque, que ronda los 40, tiene planes de volver. Un movimiento de ficha en su vida que ha sido etiquetado por la prensa británica como el plan de rehabilitación, según titula Daily Mail. ¿Cómo poner en marcha esa operación retorno?
El primer paso que dio Harry en este plan fue su asistencia al funeral de Robert Fellowes, el que fuera secretario privado de Isabel II durante nueve años, hasta 1999. El último adiós por Fellowes, cuñado de Diana de Gales, reunió a los dos hermanos, Harry y Guillemo, hace tan solo unas semanas en Norfolk, Reino Unido. Pese a que no hubo un acercamiento entre ambos y que, según la prensa, ni siquiera cruzaron palabra, que estuvieran juntos en la misma misa ya es algo.
¿Y el segundo paso de esa estrategia? El entorno más íntimo de Harry sugiere un regreso discreto para el príncipe. Es decir, que vuelva a tener presencia en algunos actos, pero con un perfil bajo. Que vaya poco a poco. Esto parte, según Daily Mail, de conversaciones vía Whatsapp que Harry habría mantenido con sus amigos de confianza con los que habría contactado después de cuatro años del Megxit y la ruptura que supuso su adiós a Londres.