Juan Gómez-Acebo ha sido incinerado sin la presencia de ningún miembro de su familia esta mañana, en torno a las 8:00 horas, en el tanatorio de la localidad mallorquina de Sóller. El primo de Felipe VI, a sus 54 años, falleció este 12 de agosto a causa del cáncer que padecía y que prefirió mantener en la más estricta intimidad.
A su capilla ardiente este lunes en Calvià asistió la Reina Sofía, que consoló y arropó a sus sobrinos Simoneta, Bruno y Beltrán en este doloroso trance. Hace tan solo 5 meses murió su hermano menor, Fernando Gómez-Acebo. Estaba previsto que los restos mortales del hijo de la infanta Pilar fuesen trasladados a Madrid para recibir sepultura este jueves 15 de agosto en el panteón familiar del cementerio de San Isidro y posteriormente celebrar un funeral íntimo en su memoria. Sin embargo, ha habido un cambio de última hora. A falta de confirmación oficial, el funeral de Juan se ha retrasado al próximo mes de septiembre, para que su familia al completo le pueda dar su último adiós. Tal vez para que otros miembros de la Familia Real puedan estar presentes.
La luctuosa noticia del fallecimiento sorprendía al rey durante sus vacaciones privadas, en un destino que no ha trascendido. Felipe VI descansa estos días con la reina Letizia, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía. De ahí que no llegase a tiempo de asistir a la capilla ardiente de su primo para despedirse de él y consolar a Simoneta, Bruno y Beltrán, que además de familia es uno de sus mejores amigos, en este momento tan complicado tras perder al segundo de sus hermanos después de la muerte de Fernando el pasado 1 de marzo.
El monarca tampoco podía asistir al funeral en Madrid, puesto que este jueves estará en Santo Domingo para acudir a la toma de posesión del Presidente electo de República Dominicana. Este hecho, unido a que son fechas en las que muchos de los familiares y seres queridos de Juan están de vacaciones lejos de la capital, ha provocado que los hermanos del finado tomen una decisión de última hora que pasa por cambiar la fecha tanto del funeral como del entierro del sobrino del Rey Juan Carlos al próximo mes de septiembre.
Un cambio de planes que facilitará que los reyes Felipe y Letizia, el emérito o la infanta Cristina, entre otros familiares con los que el fallecido tenía una relación muy estrecha, puedan organizar sus agendas para estar presentes en el último adiós de Juan, al igual que hicieron en el funeral en memoria de su hermano Fernando hace apenas 5 meses.
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