Valiente, sincera y fuerte. Carla Vigo, sobrina de la reina Letizia, se abre en canal y habla de la salud mental y de su infancia sin su madre, Erika Ortiz, que murió en 2007 cuando ella tenía 6 años. La joven bailarina concede una entrevista a Lecturas.

Carla Vigo, de 23 años, recuerda cómo perdió a su madre. "He tenido sentimiento de culpa, pero no por tener el sentimiento de abandono. ¿Con 6 años qué iba a hacer? Me di cuenta de que mi madre estaba mal y de ese día me llevó a dormir a casa de una amiga. Si ese día le hubiese dicho que no, quizás todo hubiese sido diferente", asegura. "Entendí que mi madre tenía una enfermedad, me sentí abandonada. Es muy duro", confiesa a la revista.
"Mi primer ataque de ansiedad lo tuve con 4 años", comparte la joven en una serie de declaraciones muy intimistas. Clave fue el momento en que se enteró cómo murió Erika. Recuerda que se quedó en "shock" y también que cuando se lo dijeron, seis años después del suicidio: "Fue muy doloroso". Revela que se "intentó hacer daño por primera vez". Con fortaleza, también se sincera sobre sus trastornos de anorexia y bulimia. "A los 14 años empecé a hacer cosas dañinas para mí, como dejar de comer y vomitar. Empecé a los 8 años, al mirarme al espejo me odiaba".
Habla del proceso "autodestructivo" que vivió entonces y de sus temores hasta que lo compartió con su familia: "Me estoy matando poco a poco y no quiero que me pase lo que a mi madre". Rememora su ingreso hospitalario porque pensaban que tenía Trastorno Límite de la Personalidad, un diagnóstico que luego se comprobó que no era. Estuvo "mes y medio en un hospital psiquiátrico", publica Lecturas.
En uno de los momentos de la entrevista, Carla habla de su tía Letizia, a la que adora: "Es la mejor, apoyo en todo a mi tía". Y revela: "Lo pasó muy mal por un hombre que está fuera de lugar". Se refiere a Jaime Peñafiel, mencionan desde la publicación. Y subraya: "Lo que ha dicho de mi madre me parece una barbaridad y una sobrada."
También encuentra el momento para hablar del amor y asegura que no tiene ninguna relación, "ni chico ni chica". Y desliza: "Me gustaría, pero tampoco lo busco ni lo necesito".