Lo que faltaba en la casa de los Middleton. Con toda la presión mediática por saber cómo está la princesa, por ver una imagen suya, y en plena convalecencia de su enfermedad, ahora su tío Gary Goldsmith entra en el reality de famosos de Gran Hermano. Este fichaje contraviene en todo punto la discreción, hermetismo y secretismo con que el palacio de Kensington está gestionando la recuperación de la mujer de Guillermo. También, su propia familia, que la protege con celo.
Un tornado en forma de furia ha pasado por encima de la residencia de los Middleton. La participación en Big Brother de Gary, hermano de Carole Middleton, madre de la princesa de Gales, no ha gustado nada de nada en la familia. Los suegros de Guillermo han leído a Gary la cartilla con pelos y señales y le han mostrado su desacuerdo en aparecer en este reality televisivo, según publica The Sun.
Por descontado está que el debut en el plató de GH del ya popular tío va a ser seguido con lupa por su familia. Sin embargo, Gary, tal y como señala el periódico, no tiene ni va a tener una mala palabra ni para su sobrina Kate ni para su marido, Guillermo. Parece que quienes están en su punto de mira son los Sussex, Harry y Meghan. Aun así, aunque no tenga una mala palabra para los príncipes de Gales, el descontento de la familia política de Guillermo viene por su falta de discreción, por oportunista y por arribista.
