"Ni estuvo ni se la esperaba". Así de rotundos se expresan varios invitados consultados por Informalia sobre la cacareada asistencia de Marta Gayá al cumpleaños del rey Juan Carlos, este 5 de enero, en Abu Dabi.
Según algunos medios escritos y comentarios recogidos de algún plató de televisión, la mallorquina que fue el gran amor del antiguo monarca, asistió a la celebración del 87 cumpleaños del emérito, una afirmación que coinciden en desmentir todos y cada uno de los asistentes asistentes al evento consultados por este portal.
Marta Gayá y Juan Carlos I nunca han dejado de tener contacto después de su larga relación amorosa, aquella que desembocó en una ruptura amistosa cuando llegó el romance vivido entre el monarca y Corinna Larsen. La decoradora y el padre de Felipe de Borbón han coincidido en algunos actos de amigos comunes, como la reapertura en 2017 de la iglesia de Saint John en Clonmellon, una pequeña localidad de Irlanda, restaurada por el mexicano Allen Sanginés-Krause, una persona del círculo íntimo del anterior jefe del Estado y amigo también de la mallorquina.
También hay constancia de la visita que ella le hizo al rey en Emiratos, en 2021, cuyas imágenes fueron captadas por el reportero Diego Arrabal. Y es muy probable que cuando el emérito pasó por Ginebra hace dos semanas, para recoger a su hija Cristina y volar juntos a Madrid al cumpleaños de la infanta Elena, don Juan Carlos tuviera un encuentro con su amiga mallorquina. Pero, "de eso a incluirla en una fiesta casi familiar, hay un abismo", explican a Informalia desde el entorno de amistades más próximas al antiguo jefe del Estado.
La antigua amante del rey Juan Carlos no pintaba nada en una fiesta con sus hijas y varios de sus nietos
Los hijos de don Juan Carlos y doña Sofía supieron en su momento, por boca de su padre, que mantenía una relación seria con la discreta socialité residente en Mallorca, pero jamás les fue presentada ni siquiera coincidieron en ningún evento veraniego en la isla, cuando los reyes pasaban sus vacaciones en Palma.
Por respeto a su madre doña Sofía y por respeto a la familia (con minúscula), Marta Gayá nunca formó parte del circulo más íntimo de don Juan Carlos. La fiesta de Abu Dabi fue una reunión con amigos pero fundamentalmente familiar, con las hijas y nietos del antiguo monarca como principales protagonistas junto a su abuelo. No procedía la presencia de su antigua amante. (Ni ella lo hubiera querido).
