El 5 de enero Juan Carlos de Borbón cumplirá 86 años y lo celebrará en Abu Dabi, la capital de Emiratos Árabes Unidos, donde el rey emérito reside desde hace más de tres años.
En una reciente información, la periodista Pilar Eyre asegura que el antiguo monarca español prepara una gran fiesta con este motivo, "con decenas de invitados a los que llama personalmente y les pide discreción… y añade ,"que se espera la presencia de políticos de la talla de Felipe González o escritores como Vargas Llosa, a quienes siguen una larga lista de nobles, empresarios, cazadores, banqueros, periodistas y militares", añade Eyre.
Esta fastuosa celebración, asegura la escritora, estará destinada a demostrarle a su hijo Felipe VI, que gente de todos los ámbitos sociales y políticos, respalda a su antiguo rey, denostado en platós de televisión y medios de comunicación por sus asuntos económicos y de su vida íntima, al mismo tiempo que desde el palacio de la Zarzuela se le aparta y se le humilla.
Es la tesis de Pilar Eyre, habitual cronista de la Familia Real, aunque no hay que olvidar que en su columna de la revista Lecturas afirmó rotundamente en varias ocasiones que don Juan Carlos jamás volvería a pisar España después de su marcha y en otra fecha publicó en el mismo medio que el rey emérito estaba gravemente enfermo y se temía por su vida. Ambas afirmaciones han quedado desmentidas, como se ha podido comprobar.
Ocurrirá lo mismo con la noticia de la gran fiesta de cumpleaños del próximo 5 de enero. Según personas muy cercanas al anterior jefe de Estado, la celebración se limitará a una cena con algunos amigos y familiares, como han sido sus anteriores celebraciones desde que reside fuera de españa. Y no solamente no quiere ni pretende provocar a su hijo el rey, sino que don Juan Carlos está muy preocupado por el impacto que pueden tener en la Corona las revelaciones de Jaime del Burgo, ex marido de Telma Ortiz, sobre la supuesta relación que mantuvo con Letizia antes de su compromiso con Felipe de Borbón y que supuestamente de algún modo habría continuado después de su boda, convertida ya en princesa de Asturias