Minutos antes de dar comienzo la Solemne Sesión de Apertura, el patio del Congreso era un hervidero de prensa. Los compañeros han visto llegar al presidente de Vox, el más madrugador. "Santiago Abascal, por la izquierda", se ha oído decir con tonito avisando a cámaras y redactores. Selfies y corrillos en el hemiciclo.
En los instantes previos, ha llegado Alberto Núñez Feijóo. Le escoltaba Cuca Gamarra, que ha compuesto un difícil conjunto de traje de chaqueta gris verdoso con rosa barbiecore. Más charlas. La de Luisa Fernanda Rudi y Pío García Escudero. Larga conversación de Miquel Roca, padre de la Constitución, con Federico Trillo. Roca, de pie mientras observaba la Cámara, ha hecho corrillo con Meritxell Batet, que ha escogido un verde pradera luminoso para su look. También de verde, Ana Pastor. La ex presidenta del Congreso estaba atenta a su móvil. He visto desde la tribuna del Congreso a Esperanza Aguirre. Estaba en el palco, mirando al hemiciclo pensativa. Expectación también en la bancada azul del Gobierno de coalición por los ministros y ministras que se estrenan en su cargo.

Muy afectuosa, Mónica García, titular de Salud, se ha lanzado a un vestido fluido de color naranja. Mónica ha abrazado a sus compañeros y se ha hecho fotos con Ernest Urtasun, ministro de Cultura; y con Isabel Rodríguez, de Vivienda y Agenda Urbana. Discretas en sus estilos, Isabel y Diana Morant, con colores neutros en grises y negros. Siempre fiel al blanco nuclear, Yolanda Díaz. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, ha mantenido una conexión total con Sánchez, también fiel a sus infalibles traje sastre azul y corbata rosa.
Del discurso de Armengol por la diversidad a las palabras del Rey
Otro detalle. El discurso de Francina Armengol, en el que la presidenta ha apelado a la diversidad. Hemos visto una intervención que ha sido empañada con conversaciones cruzadas. Un ruido que ha encontrado el final en un aplauso dividido. La mitad del hemiciclo no ha se unido ese aplauso. Se avecina una legislatura tensa.

Y ha llegado la intervención del Rey ante una Cámara baja polarizada como nunca debido a la ley de amnistía. Don Felipe ha pronunciado un discurso de Estado, con fuerte presencia de la Constitución y llamando a la unidad. Ha tenido unas frases en las que ha conectado a los jóvenes -la generación de sus hijas- con el marco constitucional, con el legado que esa juventud va a recibir: "Para afrontar ese futuro con confianza, para afrontar una época de grandes cambios y transformaciones precisan de un marco democrático, como el que representa la Constitución, que les permita convivir y prosperar en libertad, y necesitan recibir una España cohesionada y unida en la que puedan desenvolver sus vidas y proyectar sus ilusiones". Hasta ocho veces ha repetido la palabra Constitución.
También ha dado las gracias por el cariño que recibió su hija Leonor cuando juró la Carta Magna: "Hoy quiero agradecer el afecto recibido en este hemiciclo, así como también todas las muestras de apoyo de los ciudadanos en un día de tanta trascendencia para España". Un aplauso de dos minutos de diputados y senadores ha puesto fin al acto.
