Irene de Grecia sufre un deterioro cognitivo. La hermana de la reina Sofía, de 81 años, cuatro menos que ella, comenzó a tener deslices con olvidos de nombres y de fechas, tal y como publicó hace unos días Lecturas. Fue la madre de Felipe VI quien se dio cuenta de los primeros síntomas. Irene es el alma gemela de Sofía. Además de su hermana, es su mejor amiga, su compañera y confidente. "El mal del olvido le ha borrado los recuerdos. La infancia y la juventud, y hasta los rostros de los seres queridos", adelantaba la revista.
Desde la marcha de Juan Carlos I a Emiratos Árabes, hace más de tres años, Irene se ha convertido en un pilar para la emérita. Juntas comparten vacaciones de verano de Marivent, salidas a comer o a cenar a resturantes o visitas culturales por Madrid. Son inseparables. Doña Sofía está muy pendiente de ella y de sus citas con los médicos, según asegura Hola. En el Palacio de la Zarzuela, donde viven juntas, Irene recibe todas las atenciones y cuidados.
Doña Sofía, que acaba de cumplir 85 años, está volcada en la salud de hermana y está al tanto de sus revisiones y citas con los médicos. Este mismo año, en enero, falleció Constantino de Grecia a los 82 años, una pérdida muy dolorosa para las dos. Tía Pecu, como la llaman cariñosamente sus sobrinos, ha sido el gran soporte emocional para la esposa de Juan Carlos I, además de ejercer de tía abuela para los nietos de los eméritos.