En la familia Alba siempre han visto a Genoveva Casanova con recelo. Pero las fotos de la mexicana con el príncipe heredero de Dinamarca han dinamitado los últimos (y frágiles) puentes que todavía mantenían los hijos de la duquesa con quien fue esposa de Cayetano Martínez de Irujo, el hijo favorito de la duquesa de Alba.
A su llegada a España y al inicio de su relación con el jinete, Genoveva fue considerada una arribista que mantenía una relación poco consistente con el conde de Salvatierra. Y pocas semanas después de conocerse, se quedó embarazada de los mellizos Luis y Amina. Cayetano reaccionó como debía hacerlo: se hizo cargo de la situación y, aunque tardó mucho tiempo en casarse con ella, acabó asumiendo que podrían convertirse en un matrimonio feliz.
La duquesa de Alba encajó como nuera a aquella chica de carácter dulce y sonriente que podía meter en vereda a un hijo que no acababa de centrarse y encontrar su sitio. Pero sobre todo, lo que más le gustaba a Cayetana era que atrás quedaba olvidada Mar Flores, a la que la aristócrata detestaba.
La boda no sirvió para forjar la felicidad del matrimonio pero sí para dar un estatus a Casanova, a la que, a pesar del divorcio, la situó socialmente. Ser la nuera de la duquesa de Alba le abrió puertas, le dio un cargo en la Fundación Casa de Alba, le proporcionó ingresos publicitarios. Pero Genoveva nunca acabó de conseguir algo por méritos propios y ha vivido desde entonces del soporte económico de su ex marido. Sus romances con Luis Miguel, José María Michavila o Gonzalo Vargas Llosa, entre otros que desconocemos, tampoco acabaron en algo concreto.
Con Cayetano ha mantenido en cambio un trato cercano y constante, aunque ha llamado la atención que dentro de sus buenas relaciones, Genoveva apareciera siempre como inseparable del jinete y su actual novia, Bárbara Mirjan Aliende, una jovencísima empresaria, discreta y prudente, que sin embargo y a pesar de ser 33 años más joven, ha dado estabilidad y apoyo al duque de Arjona, título actual del aristócrata.
Hace unos años, como adelantamos en primicia desde Informalia, Carlos Fitz-James Stuart, duque de Alba, decidió excluir a Genoveva de la cena familiar que los Alba celebran cada Navidad en el palacio de Liria. El duque argumentó que Genoveva y Cayetano estaban divorciados y ella ya no formaba parte de la familia. De nuevo, con una reacción de caballero, Cayetano respondió al veto de su hermano, renunciando a asistir a la cena del palacio con su hijos Luis y Amina, que sí estaban invitados. Desde entonces ha celebrado la Nochebuena en casa de Casanova con la mexicana y sus hijos.
Las fotos de Genoveva con Federico de Dinamarca han caído como una bomba en la Casa de Alba. Cayetano ha dicho textualmente: "Este asunto no me concierne", Eugenia ha evitado responder a los periodistas, y el resto de los Alba hacen lo imposible por no pronunciarse. Mientras tanto, Luis y Amina, que trabajan y estudian en Inglaterra, vendrán a casa por Navidad, abrumados por soportar preguntas cobre su madre.
La milhoja danesa, un postre demasiado indigesto para los Alba
El marido de Mary Donaldson viajó a Madrid el pasado 25 de octubre y compartió un paseo por El Retiro con Genoveva. Después acudieron juntos a la residencia de ella, donde se arreglaron para acudir a cenar en un reservado de El Corral de la Morería. De madrugada, una vez todo el mundo había abandonado el tablao, regresaron a la vivienda de Genoveva, pasadas la una de la madrugada. El príncipe Federico subió al piso de Genoveva y pasó allí siete horas. Abandonó a primera hora de la mañana la casa, portando su propia maleta.
La mexicana emitió un comunicado desmintiendo que exista "una relación romántica" entre ellos pero, independientemente de la naturaleza de la relación entre Genoveva y hijo de la reina Margarita, la mayoría de los Alba ha decidido que este escándalo es un postre demasiado empalagoso como para que la ex mujer de Cayetano forme parte de sus vidas.