En España corren ríos de tinta por la escapada madrileña del heredero danés con Genoveva Casanova pero en Copenhague, donde los reyes Felipe y Letizia aterrizaron este lunes en visita oficial, continúan con la agenda prevista. Este martes, los monarcas españoles han participado de un plan cultural y una cena acompañados por la reina Margarita, Federico de Dinamarca y Mary Donaldson.
Reinaba la cordialidad y las sonrisas. La premisa real: 'Aquí no ha pasado nada'. Y eso que la prensa que cubre el acto ha preguntado al heredero por sus fotos con la ex de Cayetano Martínez de Irujo mientras su mujer se encontraba de viaje de cooperación en Estados Unidos, el pasado 25 de octubre. El matrimonio ha llegado en el mismo coche y se ha marcado un "Dientes, dientes", que diría la Pantoja. Ella, espectacular con un top de escote cruzado en negro y falda verde con bordados en hilo de plata de H&M.
Aunque para espectacular, doña Letizia. Ha escogido un vestido negro de corte clásico y largo midi cuajado de paillettes, con escote en V y manga corta firmado por la danesa Rotate, por primera vez en el armario de la reina. La elegancia de la sencillez. Se ha protegido del frío con abrigo de paño sobre los hombros, de Mango, y ha completado el outfit con zapatos destalonados de Manolo Blahnik que combinan negro con transparencias y pendientes de diamantes, pertenecientes al joyero real, concretamente a las 'joyas de pasar' de la reina Victoria Eugenia.
Para esta última noche de los reyes, Felipe VI y Letizia han ofrecido una velada en la Gliptoteca de Copenhague y han presentado la exposición del maestro Joaquín Sorolla, La luz en movimiento. Entre los 130 invitados se encontraban altas personalidades de la política, como el ministro de Asuntos Exteriores, Lars Løkke Rasmussen, y el ministro de Cultura, Jakob Engel-Schmid.