La comentada actitud de la reina Letizia durante la jura de la Constitución de la princesa Leonor no ha sido explicada, aunque se ha especulado con los motivos de ese rictus durante la histórica jornada, que llegó a ser tachado por algunos cronistas como "cara de enfado".
No estrenó modelo a pesar de ser un día tan señalado, dicen que para otorgarle todo el protagonismo a su hija. Sin embargo, la marcada expresión que mostraba y de la que se está hablando muchísimo ha ocupado más titulares que cualquier outfit.
La escena no ocupó una parte del acontecimiento: vimos esa expresión a las puertas del Congreso de los Diputados, en el interior, mientras su hija juraba la Constitución, durante los minutos de aplausos, en las recepciones posteriores o en el almuerzo del Palacio Real.
Mientras se apreciaba a un Rey Felipe ilusionado, emocionado y feliz del momento que estaba viviendo la Heredera, doña Letizia se mostraba con un gesto serio, distinto al que ha exhibido en las últimas semanas, en otros actos importantes de la Princesa Leonor. Tanto en la jura de la bandera como en los premios Princesa de Asturias pudimos ver a una Letizia emocionada y feliz, con gestos de ternura, y se comentó su papel como madre en esos momentos. Todo lo contrario de este martes.
Las teorías del motivo del rostro serio de la Reina
Periodistas dedicados a la información de la Casa Real han ofrecido diversas teorías para intentar explicar el rostro serio de la reina Letizia. Desde los platós de televisión donde se estaban haciendo programas especiales, en un primer momento se lanzó la versión de que estaba enfadada porque sus padres no podían acudir al momento de la jura de la Constitución de su nieta para no afear la ausencia impuesta al rey Juan Carlos. Pero esta teoría no es fácil de comprar porque se supone que Letizia sabía desde hace dos semanas que su madre y su padre no acudirían. Lo tenía más que asumido.
"Mala noche"
Después se barajó otro motivo: que la presidenta del Congreso, Francina Armengol, una de las protagonistas del evento, había acudido con un vestido del mismo color que el suyo. Esta anécdota puede no ser agradable pero no como para borrar toda sonrisa y tener una cara llamativamente de disgusto.
Ambas teorías se tumbaron, tal vez por inverosímiles, y surgió una tercera vía: había pasado "mala noche" y se le notaban "los nervios contenidos", según se dijo en un debate de Telecinco moderado por Ana Rosa Quintana, una justificación que parece restar importancia al gesto y que nadie ha desmentido ni tampoco confirmado.
Nadie ha podido explicar las verdaderas razones por las que la Reina Letizia se mostró así en uno de los días más importantes de la vida de su hija. Y es posible que nunca lo sepamos. Pero lo que es evidente que algo pasó para que la Reina no se emocionara ni mostrara un gesto de felicidad durante la histórica jornada.