A eso de la media tarde finalizaba el gran acto oficial de la Jura de la Constitución de la princesa de Asturias. Tras su paso por el Congreso y el Palacio Real, donde ha recibido el collar de la Orden de Carlos III y ha disfrutado de un almuerzo entre autoridades, Leonor ha abandonado las dependencias junto a su hermana y sus padres, que se han dado un baño de masas en la Plaza de Oriente de Madrid.
La familia ha entrado en Palacio Real en sus coches blindados pero han salido a pie, todo un gesto de cercanía y simpatía hacia los cientos de personas que se agolpaban tras las vallas, esperando para felicitar a la princesa en el día de su 18 cumpleaños. Leonor ha cumplido y lo ha hecho, como poco antes le prometía su padre, acompañada de su familia. Feliz, sonriente y con su traje a medida impecable a pesar del trasiego, la Heredera se ha acercado al pueblo y ha recibido el cariño en forma de saludos y sonrisas. Ella lo ha devuelto y agradecido estrechando manos.
Su madre abría la comitiva del saludo. Doña Letizia se ha resguardado del frío con una elegantísima capa marrón con cuello de piel. También ha estado parlanchina y cariñosa, su rictus más relajado después de los actos oficiales, donde se ha comentado su seriedad y nerviosismo.
Don Felipe, feliz y orgulloso, acompañaba a la infanta Sofía a la cola, abrigada también con capa negra y algo más tímida que su hermana. Leonor aprende rápido y se nota. Así se lo ha hecho saber la prensa en el Palacio Real: "En algo se tiene que notar que voy mejorando", ha respondido ella risueña.
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