La hija de la infanta Cristina ha aterrizado este miércoles en Madrid acompañada por su escolta. Irene Urdangarin, que se graduó el pasado mes de junio y ha pospuesto su entrada en la universidad para tomarse un año sabático, ha atendido a la prensa y ha hablado por primera vez sobre su relación con Ainhoa Armentia, la novia de su padre: "Todo muy bien".
Respuestas cortas y miradas esquivas. La nieta de los eméritos no está acostumbrada a los medios de comunicación ya que tenía solo siete años cuando se trasladó con su familia a Washington y más tarde a Ginebra. En España, sin embargo, el cuento es otro. Su llegada, apenas seis días antes del cumpleaños de su prima Leonor, la ha convertido en el centro del interés mediático. Aseguran que ha venido a sacarse el carnet de conducir y, de paso, acudir a la fiesta de la heredera en El Pardo: "No sé, ya veré lo que haré", ha respondido a los periodistas.
Irene, muy tímida, también ha contestado a las preguntas sobre su relación con Ainhoa Armentia. Según se publicó, la benjamina se negaba a conocer a la novia de su padre, algo que ella ha desmentido al responder a la pregunta '¿Tienes buena relación con Ainhoa?': "Sí, todo muy bien".
También ha hablado de su prima favorita, Victoria Federica, con la que salió de fiesta el pasado verano y a la que apoya en su carrera como influencer, una tarea para la que la hermana de Froilán no cuenta con el beneplácito de otros miembros de la familia: "Claro que la apoyo, me parece muy bien", ha dicho Irene.
La benjamina de los Urdangarin se aloja en Zarzuela cada vez que viene a España, donde hace compañía a su abuela Sofía y también a la tía Pecu, que no atraviesa su mejor momento en cuanto a salud se refiere. La joven quiere seguir los pasos de su hermano Juan y hacer un voluntariado en Camboya después de las Navidades.