Día grande en las parroquias asturianas de Arroes, Peón y Candanal. Leonor les ha hecho entrega del galardón Pueblo Ejemplar como fin de fiesta de los Premios Princesa de Asturias. La capital manzanera y corazón de la cultura de la sidra ha acogido su distinción con mucho orgullo. Los medios de prensa seguíamos el camino oficial corriendo. Literal.
La escaleta del recorrido ha llevado a los Reyes y sus hijas por las calles de la localidad. Después, Leonor ha descubierto la tradicional placa conmemorativa.
En el prao, junto a la iglesia de Arroes, Leonor ha entregado el premio Pueblo Ejemplar. La heredera ha tomado la palabra. Un discurso sencillo con menciones al mercado artesanal, la huerta local y la escuela rural. "Y no me puedo olvidar de la sidra, que estamos en la comarca de las pomaradas", ha señalado. También ha destacado "los avances tecnológicos y el respeto a la cultura local". Porque "sois -ha dicho- el ejemplo de que una aldea también es un buen lugar para la innovación tecnológica y social". Y ha terminado: "¡A ver si aprendo ya a escanciar!"
Otro punto de encuentro era la finca El Toreñu, aldea de Bárcena, donde se encuentra la sede del Centro de Inteligencia Territorial y Tecnologías para el Medio Rural (CTIC Ruraltech). Este centro ha supuesto un potente revulsivo para la zona gracias a la aplicación de las nuevas tecnologías en la agricultura y ganadería como los pastores virtuales.
Los Reyes y sus hijas tenían previsto pasar por la sede de la Asociación de Vecinos del Valle de Peón-Candanal, que vela por la cultura, sanidad, medio ambiente, urbanismo y asistencia social de las parroquias. Cuida también del patrimonio autóctono, como hórreos y paneras, fuentes, molinos, lavaderos, casonas y palacios. La economía de Arroes y el valle de Pion-Candanal se nutre de los ingresos forestales de los montes de eucaliptos y pinos. También, de las explotaciones agroganaderas dedicadas a la ganadería bovina de carne y a la leche.
El valle de Pion cuenta con 584 vecinos y Arroes con 445. Con ellos, estaba preparada la traca final de la fiesta con la tradicional comida campestre de la Familia Real en este valle sidrero.
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