Otro gran día en Oviedo. El Teatro Campoamor se ha engalanado para acoger la 43ª edición de los premios Princesa de Asturias, los últimos que presidirán los reyes. El próximo año, cuando Leonor ya tenga 18, será ella quien se encargue de llevar la batuta en el evento. A la familia real (formada por el rey y sus hijas) les ha acompañado, una vez más, la emérita doña Sofía.
Llegó sola a Oviedo pero pronto se reunió con Felipe, Letizia y sus nietas. Los cinco juntos hicieron acto de presencia en el teatro y posaron ante las cámaras, saludando a los presentes. Doña Sofía ocupaba su lugar en el palco de honor mientras que el resto tomaban el escenario, como es habitual. Al finalizar la entrega de premios, los reyes, la princesa y la infanta han esperado pacientemente la bajada de la emérita por las escaleras, en señal de respeto.
Ya en la calle, han protagonizado unas imágenes cargadas de complicidad. Una charla amena y divertida entre todas ellas que ha llamado la atención por la cercanía y la armonía que destilaba. Una estampa muy distinta a la de aquel famoso encuentro en la puerta de la Catedral de Palma, cuando un par de gestos hicieron temblar la Corona.
Superado aquel desacuerdo de 2018, Letizia y Sofía encarnan la imagen perfecta entre suegra y nuera; y las 'niñas' Leonor y Sofía son todo sonrisas y delicadeza con su abuela, que las ve mucho menos de lo que desearía pero con las que disfrutó de unos días de vacaciones en julio en Mallorca, donde las fotografías fueron muy parecidas a estas. Ya lo ha dicho don Felipe en su discurso de este viernes: "Los problemas se solucionan desde la unidad, nunca con la división".
