Casas Reales

La Alhambra embruja a Europa y Sánchez se hace fotógrafo: una velada mágica en el Castillo Rojo

Dicen que la Alhambra de Granada estaba encalada en blanco allá por el siglo XIII, cuando la levantaron sobre la Sabika, uno de los puntos más elevados de la capital del reino nazarí. Pero cuando se construyó se trabajaba de noche, y vista en la oscuridad las antorchas la volvían roja.

Y por eso el nombre que en español significa Castillo rojo. Otras teorías dicen que Alhambra (la Roja) es en realidad el nombre en femenino de su fundador, Abu al-Ahmar (Muhammad I, 1238-1273), que en árabe significa 'el Rojo', porque era pelirrojo. Sea como fuere, el recinto es mágico y embruja a sus visitantes, como sabe cualquiera que la haya visitado. De ahí que los mandatarios reunidos allí este jueves se volvieran locos por el entorno, hasta el punto de hacer selfies por todas partes. Algunos iban en zapatillas, como el mandatario de Albania; otros pidieron al mismísimo presidente del Gobierno que les inmortalizara y Pedro Sánchez, como buen anfitrión, ejerció de fotógrafo. 

España presume de arte único y mágico

No fueron éstas las únicas escenas curiosas que se vieron en la jornada europea más nazarí. La cena con motivo de la cumbre de la Comunidad Política Europea fue el lugar donde vimos por fin a los Reyes juntos de nuevo en público, después de varios viajes privados del rey Felipe en solitario: estuvo en Asturias en una boda de su ahijado, después viajó el sábado siguiente a Zaragoza a comer con unos amigos y aprovechó para ver a su hija Leonor. El domingo se desplazó a Málaga, donde asistió a un importante torneo de golf femenino del que doña Letizia es presidenta de Honor. Pero la reina no estuvo en ninguno de los tres. Días antes, de todos estos movimientos en solitario de don Felipe, se había hecho pública la asistencia del rey Juan Carlos a la fiesta privada por el 18 cumpleaños de la princesa de Asturias,  en El Pardo, a la que se espera también la asistencia de otras miembros de la familia a los que no es habitual ver junto al Monarca y a sus esposa.

Anfitriona perfecta

Pero es jueves la Reina no podía faltar porque ejerció de anfitriona perfecta junto a su marido y posó con los mandatarios europeos que asistieron encantados al acontecimiento. Junto al Soberano y su esposa, el presidente en funciones y Begoña Gómez, comparecieron a los ilustres invitados.

España ejerce por quinta vez la presidencia del Consejo de la UE, y era una buena ocasión para demostrar una vez más las descomunales dotes de Feñipe VI y la Reina como inmejorables anfitriones ante las personalidades europeas que se dieron cita en la Alhambra.

No se podía haber imaginado mejor escenario que el elegido para de presidentes, jefes de Gobierno, y sus parejas. Los participantes de la cumbre llegaron alrededor de las seis y media de la tarde al Patio de los Arrayanes, en el Palacio de Comares, con una alberca central alargada rodeada de setos de arrayán (de ahí el nombre).

Fueron recibidos por Pedro Sánchez y Begoña Gómez, espléndida con un modelo escotado del asturiano Marcos Luengo. El presidente en funciones y su mujer saludaron a las autoridades y muchos de ellos, a pesar de llevar mucho mundo visto, se mostraron ojipláticos por el impresionante entorno y su belleza, hasta el punto de no poder resistir la tentación de romper cualquier protocolo y sacarse los móviles de los bolsillos para hacerse fotografías y selfies y llevarse un recuerdo personalizado del momento. Doña Letizia se mostró muy cercana con con Gauthier Destenay, el marido de Xavier Bettel, primer ministro luxemburgués. 

El primer ministro de Finlandia rogó al líder socialista que le hiciera una fotografía junto a su esposa. La escena fue tan curiosa que los telediarios de las nueves de la noche incluyeron la escena entre sus contenidos. Petteri Orpo posó con Niina M. Kanniainen, su mujer. Y después el propio pedro Sánchez y Begoña Gómez posaron con ellos para hacer un selfie los cuatro. Para que digan que los finlandeses son fríos y poco espontáneos.

El Rey se se encontró con Zelenski en la Alhambra en su el primer encuentro (al menos en público) con el presidente ucranio desde que Rusia desató  la guerra. Zelenski no había estado en España desde que comenzó la contienda.

Doña Letizia se acercó después de que Felipe VI iniciara la conversación para saludar al presidente ucraniano, que no se quedó a la cena en la que estuvieron cerca de medio centenar de líderes del continente europeo.

Sobre las ocho de la tarde, el Monarca y su esposa, junto al presidente en funciones y Begoña Gómez, se trasladaron al Patio de los Leones, donde saludaron a los presentes. Allí se tomó más tarde la foto de familia de la cumbre, primero con los líderes políticos e institucionales y más tarde junto a sus parejas otra más completa.

Más tarde, en los jardines, un espectáculo flamenco a cargo de la cantaora Marina Heredia hizo las delicias de los visitantes, a quienes después se les ofreció en el Parados, dentro del conjunto monumental, una cena a base del menú andalusí preparado por el chef cordobés Paco Morales, cuyo negocio cuenta con dos estrellas Michelin (Ronda de los Tejares 16). 

El discurso del Rey

El Rey Felipe VI ha confiado en que los líderes que han asistido a la cumbre de la Comunidad Política Europea (CPE) se vayan imbuidos por el "espíritu de Granada" y conscientes de lo que la diversidad y la tolerancia pueden brindar si son aprovechadas como "ventaja".

Así se lo ha trasladado en sus palabras de bienvenida a la cena que ha tenido lugar en el Parador de Granada tras la visita que los mandatarios han realizado por algunos de los patios y estancias más emblemáticos de la Alhambra.

Don Felipe ha ensalzado Granada, una ciudad "orgullosa de su historia, que ha hecho de ella un ejemplo único de fusión cultural en Europa" y que tiene en la Alhambra su "rasgo más visible".

El monarca ha confiado en que "el espíritu de Granada, el recordatorio visual de lo que la diversidad y la tolerancia pueden brindar cuando los canalizamos como una ventaja y un recurso, haya inspirado "las conversaciones" que los líderes han mantenido durante la jornada y "las que tendréis en el futuro".

Europa, ha sostenido, es un "continente con una larga historia común y a día de hoy aún algunas posturas nacionales y referencias culturales que veces difieren".

Pero es quizá, ha dicho Felipe VI, "la combinación de toda esa historia y nuestros diversos puntos de vista y sensibilidades sea la razón de por qué en las últimas décadas hemos logrado unirnos en torno a nuestros valores comunes".

Esos valores, han dicho, son "la aspiración por una paz verdadera, no basada en la fuerza de un actor sino en el libre consentimiento de todos, grandes y pequeños" así como "la aspiración a una verdadera democracia como el sistema que mejor respeta nuestra diversidad, tanto dentro de nuestras fronteras y en todo el continente".

En su opinión, la CPE es "una herramienta indispensable" para todos los países que la integran --los 27 de la UE y otros 17 que no son miembros-- puesto que "ofrece un foro en el que reunirse y discutir las cuestiones que son importantes para nosotros, para que podamos llegar a posiciones comunes y la voz europea pueda ser escuchada en la escena internacional".

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