Hay palabras que cuando se juntan despiertan la memoria. "Persecución de coches", "paparazzi", "noche", resultado "catastrófico", "conducción temeraria" y "Diana de Gales". El príncipe Harry, su esposa Meghan y su suegra, Doria Ragland, sufrieron una traumática experiencia al ser perseguidos (literal) por un grupo de paparazzi por las calles de la ciudad de Nueva York. Durante más de dos horas. Este episodio nos recuerda de forma irremediable el terrible accidente que sufrió la madre del príncipe, Diana de Gales, y que le costó la vida. Mismas causas y mismas circunstancias. Fue en 1997. Harry tenía 12 años y Guillermo, 15.
Los Sussex estaban en Manhattan. Meghan recogió el martes 16 un premio en los Women of Vision en el Ziegfeld Ballroom. A la salida, se subieron al coche. Los acompañaba la madre de la actriz y su seguridad privada. Un grupo de paparazzi, en coches y motos, salió escopetado tras ellos. Tal y como detalla la CNN, no hubo heridos, ni hubo arrestos ni llamadas al 911 de emergencias, refiere el New York Post. Pero sí hubo miedo y peligro por la conducción temeraria. Los fotógrafos se saltaron semáforos en rojo y, como consecuencia de la persecución, se vieron afectados numerosos peatones y conductores de otros coches.
La policía de Nueva York intervino en el incidente. Allá por donde pasaba la caravana de coches se producía el caos en el tráfico. Los duques cambiaron de vehículo, según la cadena. "Estaban muy nerviosos y asustados", comentó otro testigo en la CNN. Los paparazzi querían saber en qué hotel se alojaban los duques durante su estancia en Nueva York.
Una noche de infierno para los duques de Sussex, que nos recuerda a aquella noche del 31 de agosto de 1997, en París, cuando la princesa Diana de Gales perdió la vida en el túnel del Alma tras la frenética persecución de unos paparazzi. El coche, un Mercedes S2 80, en el que viajaba con Dodi Al Fayed sufrió un siniestro total. En el impacto murieron los dos y el chófer.